Deberías

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-¡¿Estas diciéndome que no lo hiciste?!- Tasha gritó.

-No, ¿y quieres bajar la voz hay gente mirando?- Me incliné en la mesa gritando susurrándole. Había pasado todo el día con Leo hasta que nos separamos. Ahora estaba aquí sentada en Starbucks tomándome un frapuchino con Tasha frente a mí enojada por yo no haberlo hecho en mi luna de miel.

-¿De que me perdí?- Dijo Sam quien recién llegó del baño. Se sentó a mi lado.

-Emily sigue siendo virgen.- Dijo Tasha, trayendo su té a su boca.

-¡No lo hiciste!- Personas volvieron a mirarnos. Una mujer moviendo su cabeza en negación y diciéndole algo a su hija pequeña.

-¡Dios! Dejen de gritarlo.- Tapé mi cara en bochorno.

-¿Por qué no lo hiciste?- Preguntó Tasha. Ambas mirándome con sorpresa.

-No me siento preparada

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Su drama no acabó hasta mucho después. Me dieron este 'consejo' de que si no lo hacia, Leo me podria ser infiel pero no les presté atención.

Sam me dejó en mi casa y al segundo de abrir la puerta de mi habitación mi celular comenzó a sonar.

-Hola cariño.

Sonreí.

-Hola.

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-Narra Harry

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Estaba mirando hacia su recamara y no tengo razones para estarlo, el simple hecho de yo haber detenido mi auto aquí me sorprende. Pero estoy recostado en mi auto esperando a no se qué. Ella había llegado y la luz de su recámara estaba encendida. La ví caminando de lado a lado, sonriendo con su celular en su mano. Al rato de salir a su balcón, enganchó su celular y entró, dejando la puerta del balcón abierta. Entré a mi auto y ahí me quedé por unos minutos pensando, con mi codo en la ventanilla y mi mano en mi frente.

Encendí el auto para irme.

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-Narra Emily

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Salí de la ducha y me envolví en la toalla después de secarme. Entré a mi habitación dejandola caer al suelo luego de ponerme la braga. Cogí mi babydoll, el traje apenas llegando a mi braga y haciéndolas visibles. Grité y brinqué  al virarme y ver a  Harry recostado en la pared de mi habitación con su mano derecha dentro de su bolsillo y su hombro izquierdo inclinado en la pared con una pequeña y tímida sonrisa.

-¡¿Qué demonios haces aquí?!- Dije cubriendo mi pecho, sabía muy bien que la tela era demasiado fina y mis pezones se notaban. Siguío mirando mi cuerpo con detalle. Un calor subió a mis mejillas, sonrojando por la manera en que estaba vestida. Con la otra mano traté de bajar más la babydoll pero era imposible. Lo miré y un busto decoraba su mahón negro. Cogí mi toalla del suelo y se la tiré. -¡Asqueroso!

Mi amante {Harry Styles}Donde viven las historias. Descúbrelo ahora