49

179 32 3
                                    

Kellin estaba lleno de dudas entre lo de las cartas y lo de su madre, y su ansiedad volvió más fuerte. Esa maldita nunca descansaba, siempre volvía en los peores momentos y hoy no fue la excepción. Su madre lo había presionado, inconscientemente, debido al corto tiempo que tenía para decidir si iría o no a su cita.
Lleno de frustración fue al baño a lavarse la cara y la vio ahí, tan atractiva y afilada como siempre parecía que su navaja estaba deseando ser usada, la tomó en sus manos y la acerco peligrosamente a sus muñecas, lo iba a hacer pero un llamado telefónico lo detuvo, procedió a sacar su celular del bolsillo trasero de sus jeans para ver quién era, no tenía el número en sus contactos no lo iba a atender pero pensó que podía ser su madre y decidió atender quizás le diría lo "importante"por teléfono

Cartas A VicDonde viven las historias. Descúbrelo ahora