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-Para qué tenemos que ir a la cafetería? –pregunté curiosa.

-Ah no sé, solo si querías algo para merendar. –dice mirándome como si fuera algo obvio.

-Luego te alcanzo entonces. –dije mientras guiñaba el ojo para que luego se vaya.

Me puse a inspeccionar y Alexia parecía muy ordenada. Ordene las cosas de la valija para luego dirigirme hacia la cafetería. Baje las escaleras hasta que una voz desconocida me hablo.

-Así que tú eres la nueva. –dijo una chica con arrogancia mientras me agarra un mechón de pelo y lo mira.

-Sí, algún problema? –dije con actitud de "no me importa" y al mismo tiempo de enojada.

Esta chica me sacaba de quicio, completamente y eso que apenas la conocía pero ya su cabello rubio teñido no la favorecía para nada. Hasta que de la nada, baja un chico y la abraza por la espalda dándole un beso en sus labios.

-Paso algo, Brit? –dice mientras me miraba de pies a cabeza.

Increíble, lo único que faltaba era que el chico egocéntrico que me tiro los papeles sea novio de esta.

-No bebe, vámonos, no hay nada interesante aquí.

-Me voy yo, no quiero ver sus escenas asquerosas de amor. –dije con arrogancia.

(...)

Llegue a la cafetería y lo primero que hice fue buscar a Alexia pero no la encontraba por ningún lado. Así que me senté sola y agarré el móvil.

-Hola hermosa. –dice una voz masculina que ya conocía pero no lograba descifrar quien es hasta que lo mire. Y sí, era Cameron.

-Mi nombre es Samantha. –dije con arrogancia. No quería ser mala pero era el único tono de voz que me salía para hablar con él y "Brit".- Se te ofrece algo?

-Solo quería presentarte a unos amigos, tranquila. -llama a dos chicos muy lindos, pero parecían tener la misma actitud de soberbio como él.

La verdad es que no estaban nada mal pera muy obvio que pertenecían al grupo de los "populares rudos" y este colegio era muy cotilla como para poder tener algo sin compromiso con alguien.

-No estaba interesada igual. –mentí.

De la nada mágica llega Alexia con una bandeja de cupcakes.

-Querida Alexia. –dice Cameron abrazándola y dándole un beso en la mejilla como si fueran amigos de toda la vida. Obvio ella miro con cara de desagrado.

-Soy Dallas Johnson, un gusto. –me miro con una cara tan tierna que me derritió por dentro.

Quizás Dallas, no era como Cameron. Pero aún así quería afirmar esto conociéndolo.

-Soy Samantha Baker, el placer es mío.

-Así que tú eres Sam. –rió un poco.

-Paso algo conmigo? –dije confundida.

-Brit está corriendo el rumor de que quisiste besar a Cameron. –dijo el otro chico que estaba con Dallas y Cameron.- Soy Nick Cooper.

Era increíble lo que estaba pasando. Apenas pase una hora en este internado y le di un beso a un chico que ni siquiera me cae bien.

-¿Qué? –dije casi gritando.- Es imposible, tú sabes que no paso eso Cameron.

-El se hizo el desentendido.- Si, claaaro.

Ahora miente?

-Lo que faltaba, vámonos Alexia. –la agarre del brazo. Ella entendió claramente que quería salir de ahí pero no sabía para donde entonces me llevo al baño. Le conté lo que había pasado en las escaleras para que entienda un poco.

-Enserio, no te preocupes, solo le caíste mal del principio. Ya en una semana se habrán olvidado todos.

(...)

Pasó un mes.

Ahora todos me miraban con cara de fácil. Alexia y yo este mes nos volvimos muy confidentes, me contó toda su vida y yo la mía. Además compartíamos seis clases y me habrán sacado en una semana por lo menos dos veces por estar "hablando de cosas que no son de clase". Me enseño todo el colegio y los roles de cada persona en el internado.

Cameron no volvió a hablarme, y cuando me miraba se hacía el distraído. No sé si le molesto que me haya empezado a llevar bien con sus amigos o el simple hecho de que su novia haya dicho por todos lados que yo lo había intentado besar. No sé ni me interesa.

Brit tuvo un viaje de trabajo con sus padres ayer y por dos semanas no volverá (por suerte) pero los días que estuvo aquí se la paso molestándome todo el tiempo que pudiese. ¿No se hartaba nunca de ser una tonta?

También me empecé a llevar bien con la prima de Alexia que se llama Madison Brown y entró este año a principios ya que vivía en Inglaterra.

En fin, las cosas estaban yendo bien y eso me gustaba.

Aún así tenía un poco de ganas de irme.

Un giro inesperadoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora