Camino por las calles,
en la noche,
que me muestra,
su inmensidad de estrellas.
Escucho como desde la casa,
suena la música,
de mal gusto par mi,
y buena para quien,
la reproduce en su memoria.
Me voy alejando,
cada vez mas y mas,
me pongo mi chaleco,
tratando de ser una sombra,
y invisible en en el paisaje.
Pero aunque esto haga,
ellos me persiguen,
gritan sin razón,
porque animales,
se han convertido.
Tan bajo han caído,
que necesitan llevarme con ellos,
que me persiguen,
gritando otra vez,
otra vez.
Dicen que esto es ser valiente,
caminar por las calles,
pero ¿donde queda ser libre?,
¿por que somos así?,
¿por que nos educan así?.
Ellos no cambian,
aunque vaya en minifalda,
o vestida de santa,
porque palabras "galantes",
son las que usan.
A pesar que no consiguen nada,
mas que una mirada,
de repulsión en mi rostro,
sus palabras siguen,
y no paran.
Luego de mi retirada,
esperan a la próxima,
repitiendo su rutina,
haciendo turnos,
como todos los días.
