Aunque estoy acostado, mis pensamientos van hacia a ti mi Amada Inmortal, a veces alegres y otras esperando saber si el destino no oirá o no. Puedo vivir totalmente solo contigo o no viviré. Si, estoy decidido a vagar tanto tiempo lejos de ti hasta que pueda volar a tus brazos y decir que me siento realmente sereno contigo.
Tú debes dominarte tanto más cuanto que conoces la fidelidad que te profeso. Nadie puede poseer jamás mi corazón, nunca, nunca. ¡Oh, Dios mío, por qué uno tiene que separarse del ser y sin embargo, mi vida en Viena es ahora muy desgraciada. Tu amor me convierte en el más feliz y al mismo tiempo en el más desgraciado. A mi edad necesito una vida tranquila y serena. […] Serénate, sólo mediante la tranquila consideración de nuestra existencia podremos realizar nuestro propósito de vivir unidos.
Ten calma, ámame, hoy, ayer, qué doloroso anhelo de ti, mi vida, mi todo. Adiós. ¡Oh, continúa amándome, nunca juzgues mal el más fiel corazón de tu amado.
Siempre tuyo,
Siempre mía,
Siempre nuestro.L.”