Grito de libertad

Capítulo 1

-¡Juan, Juan, Juan! - me dirijo corriendo hasta el

-¿Que necesitas? Me responde de una manera cariñosa

-¿Me llevas al colegio? No quiero tomar el bus- Le pregunto mientras hago mí cara de perrito, nunca falla

-Esa cara me convenció, vamos mi querida Keila. Me da un tierno beso en mi frente, y nos dirigimos a su auto.

Juan es mi hermano mayor, tiene 24 años. Es un buen profesor de literatura. Desde que llegue ha esta casa siempre me ha protegido, lo sigue haciendo y siempre lo hará.

El camino al colegio fue demasiado corto, ni cuenta me di en que momento arrancamos. - Gracias Juancho- Lo abrazo fuertemente

-Me debes para el combustible. Me lo dice en forma de burla, guiñando su ojo

-Sip.- bajo del auto, entro ami querido colegio y me dirijo ami salón. Por suerte llegue temprano hoy y no como la otra vez. Busco en mi mochila, mi celular y veo que son las 07:55am, 5 minutos más y se acaba la paz, regreso mi celular ami mochila y me recuesto en mi mesa.

-¡Hola Keli! Se tira sobre mi y deposita un beso en mi cabeza y se acomoda en su banco, que por cierto estaba al lado mio.

Alma es mi única amiga, desde que entre al colegio, recuerdo que estaba muy nerviosa al ser mi primera vez en un colegio. Ella es muy sociable y muy confianzuda, me abrazo sin conocerme. Ella conoce mi historia, desde ese entonces Alma y yo compartimos muchas cosas.

-¡Hola mi Alma! ¡FELIZ CUMPLEAÑOS!- La abrazo tan fuerte, que mis brazos comienzan a doler!

- Cállate tonta, te van oír- tapa mi boca con sus manos

-Tarada- me descubro la boca

- Después del colegio, vamos a comer pizza Keli, yo invito

-Claro- le saco la lengua. La campana suena, y la clase de Ética comienza.

-Buenos días alumnos, tomare asistencia. Necesito silencio.

-Alicia Steven

- presente

- Alma mater

- presente

-Mientras el profesor toma asistencia, saco mi celular y entro a la casilla de mensajes, un mensaje nuevo- este número no lo conozco "Keila, te quiero de vuelta. La tristeza convive conmigo durante 10 años, vuelve"- Mis ojos se llenan de lagrimas al momento al saber quien es, ¿Como consiguió mi número? Miles de preguntas invaden mi mente. Regreso mi celular

-Keila Nüicoll

-presente- respondo de mala gana que Alma se da cuenta, me hace una mirada y busca mi celular, al encontrarlo, Alma lee el mensaje y su frente se arruga.

La pesadilla volvió, sus ojos se llenan de lagrimas que ni cuenta nos damos que estamos en clase, ella me abraza y lloramos las dos.

Madre.