Keep Calm, Love And Shipp KenJin (PAUSADA desde hace dos años)

ACERCAMIENTOS

A la mañana siguiente Ken llamó muy temprano a Jin para avisarle que llegaría en la tarde por él. También si no hay problema, quedarse en su departamento de éste, en forma de visita y acepta.

— ¡¿QUÉ?! —. Grita impresionado Ken.
— Ya te lo repetí tres veces —. Agotado Jin se frota la frente.
La reacción de Ken es porque Jin no le había dicho que se quedarían solos y aparte se iban a divertir los demás chicos a un parque de diversiones; Es decir, sus dongsaengs son malos por ir sin él.

— ¿Así pueden ser de crueles contigo Jin? —. El mayor le mira extrañado.
— No es cruel, yo creo que lo hicieron para que no te sintieras incómodo con ellos, en el buen sentido —. Piensa esa posibilidad.
— Yo quería hablar con JiMin —. Desilusionado mueve los hombros Ken. Ya que se lleva muy bien con el mencionado.
— Para la próxima —. Consuela Jin tocándole el hombro.
— Ohh eres más alto que yo —. Bromea Ken, ya que él está sentado en el sofá y Jin frente él de pie.
— Babwo —. Maldice Jin sonriendo — Mira, ya estoy otra vez de tu estatura —. Se inclina para estar del mismo tamaño.
— Qué bien ya me había asustado —. Se toca el pecho como señal de despreocupación.
— Ay JaeHwan —. Se vuelve a levantar retirándose hacia el comedor y riéndose.
— Oye Jin, tengo sed —. Cabecea como bebé para llamar la atención del mencionado.
— Voy, espera —. Mueve su muñeca.
— ¡Ommo! Jin —. Grita asombrado.
— Qué sucede JaeHwan —. Se voltea asustado para verle.
— ¡Tu espalda es muy ancha! —. Le responde sonriente.
— ¿Está bien?... no sé si eso fue cumplido —. Sonríe nervioso y sonrojado entonces agarra un vaso, en el que sirve el agua.
— Lo es —. Mira pícaramente al menor.
— Jajaja, ten tu agua —. Extiende su mano y se sienta a la vez.
— Tu departamento es grande —. Le recibe el vaso y con sinceridad le menciona Ken.
— Ni tanto, todos tenemos que compartir habitación —. Corrige haciendo una mueca nerviosa.
Hay un silencio tintinante.

— ¿Nadie ha muerto en este departamento? —. Pregunta serio Ken.
— ¿Qué?, No, ¿Porqué lo preguntas?, Ay estás muy loco —. Se ríe y sacude su cabeza desviando esa pregunta de su mente.
— Sólo curiosidad, es que se escuchan cosas raras —. Dice Ken queriendo asustar al menor.
— ¿Cómo? —. Reacciona extrañado y es "susheado" por el mayor.
— ¡Shh! Escucha —. Susurra poniendo su dedo índice a sus labios y éste se sonroja levemente al mismo tiempo escucha con atención.
— ¿Qué estamos escuchando? —. Mira a los ojos del mayor para recibir una respuesta también susurrando y aún el dedo de sus labios no se ha quitado y el sonrojo de éste.
— No hables Jin —. Le responde cruzando vistas, en eso se escucha un crujido, al escuchar eso Jin salta a los brazos del mayor pegando un grito agudo y pequeño.

Al darse cuenta el menor, levanta la cabeza a mirarle, éstos estaban demasiado cerca, tanto que podían ver el reflejo de sus ojos y respirar el vapor de su aliento; No sinten el tiempo en el que están así, tal vez segundos o minutos. Pero SeokJin sólo respiraba más rápido.
— Perdón Jin, fui yo el del ruido, puse mi mano en el sillón y apreté con fuerza —. Explica serio y apenado, aleja un poco la cabeza, y de hecho se ve rojo.
— No vuelvas a hacer eso JaeHwan —. Le pide apretando sus brazos y se aleja del nombrado de nuevo a lado de él.
— Auch —. Se queja en voz baja Jaehwan.

— Casi sentía que podía besar a Jin —. Se dice en sus pensamientos Ken — Casi muero, espero no verme colorado —. Se toca las mejillas agachando la cabeza.
— Oh, no quería regañarte, lo siento, JaeHwan —. Le miró de reojo preocupado.
— ¿Ah? No lo hiciste —. Corrige el nombrado y sonríe lindo para que no se sienta mal.

Después de eso los chicos comen una sopa que preparó el afrintrion y de nuevo se vuelven a sentar en el dichoso sofá, ya son las 7 de la noche y se queda en silencio la habitación y los chicos sin mirarse o aburridos.
— ¿Qué hacemos? —. En tono aburrido comenta Ken.
— No sé, ya es tarde para hacer algo —. Responde y al final suelta un suspiro Jin.
— Y ya comimos, ya no me cabe nada —. Le recuerda Ken.
— Y si... ¿Dormimos? —. Propone el menor cabizbajo, sin imaginarse que éste otro acepte; Así que Jin le muestra su habitación y sin esperar a prender las luces, Ken se tumbó a donde primero veía.