Todos tenemos una obsesión.
Ya sea la búsqueda de la perfección, la sincronicidad o enfrentarse a un trauma del pasado que ha dejado una huella imborrable en nuestras vidas.
Milán se obsesionó con el asesino serial que está atemorizando a todo el pa...
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—Bienvenidos a un nuevo episodio de The Wild Project, el pódcast donde hablamos de todo lo que nos apasiona, nos intriga y nos hace pensar. —dice riéndose— Soy Jordi Wild y hoy tengo el placer de contar con un invitado muy especial, un experto en la mente humana, el psicoanalista Lorenzo Mendoza. ¿Qué tal, Lorenzo?
—Muy bien, Jordi. Gracias por invitarme a tu pódcast. Es un honor estar aquí.
—El honor es mío, Lorenzo. Hoy vamos a hablar de un tema que está en boca de todos, que tiene en vilo a toda España y que nos tiene a todos con el corazón en un puño. Estamos hablando de Paradoxe, el primer asesino en serie en años en nuestro país, que está sembrando el terror con sus crímenes macabros y sus enigmas sin resolver. Lorenzo, tú eres un experto en psicopatología, en el comportamiento de los asesinos y en el análisis de las pruebas. ¿Qué nos puedes contar de Paradoxe?
—Bueno, Jordi, Paradoxe es un caso muy complejo y fascinante a la vez. Estamos ante un asesino muy inteligente, muy meticuloso, muy calculador y muy narcisista. Él no mata por placer, ni por dinero, ni por venganza, mata por desafío, por juego... Este asesino quiere demostrar su superioridad intelectual sobre el resto. Paradoxe quiere dejar su huella en la historia.
—Y lo hace de una forma muy peculiar, dejando paradojas en el lugar de sus crímenes. ¿Qué son las paradojas, Lorenzo?
—Las paradojas son afirmaciones o situaciones que contradicen la lógica, el sentido común o la realidad. Son enigmas que no tienen una solución única, que plantean dilemas, que generan confusión... Para Paradoxe, las paradojas son su forma de expresarse y su forma de burlarse. Usa las paradojas para crear un clima de incertidumbre, de tensión y de miedo. Básicamente, está jugando con todos nosotros.
Deslice mi dedo por la pantalla adelantado el vídeo.
—Pero lo más sorprendente de todo es que nunca ha dejado ni la más mínima huella ni pista de quién podría ser. Ni huellas dactilares, ni ADN, ni cámaras, ni testigos, ni nada. Es un fantasma. ¿Cómo lo hace, Lorenzo? ¿Cómo consigue ser tan invisible, tan inalcanzable, tan impredecible?
—Esa es la gran pregunta, Jordi. La gran incógnita. La gran paradoja valga la redundancia... él es un maestro del disfraz, de la infiltración, de la manipulación. Se camufla entre la gente y se adapta a cualquier situación; se anticipa a cualquier movimiento. Y solo hay una persona capaz de entenderle.
—El detective del caso, Gandía Sáez, ¿No? Un inspector muy inteligente, pero que a pesar de todo no se tiene ni idea de quién puede ser este enigma. ¿Qué opinas de Gandía Sáez, Lorenzo? ¿Qué posibilidades tiene de ganar?
—Ahora mismo, si te soy sincero Jordi... De normal te diría: ¨No existe el asesinato perfecto, existen malos detectives.¨ Pero en este caso, no. Los dos son tan inteligentes y buenos en su trabajo, que esta danza seguirá muchísimo tiempo.
