Capítulo 1.

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Dejó de escribir en su libreta cuando la música en la casa de al lado comenzó, suspiró al darse cuenta que todo ahí había empezado muy temprano porque el reloj tan sólo marcaban las cinco de la tarde y la fiesta ya había comenzado. Se acercó a la ventana y otro suspiró volvió a escapar de sus labios, se suponía que él debería estar ahí al igual que el chico y la chica que podía verlos parados fuera de la casa, los reconocía como los amigos de su vecino, el anfitrión de la fiesta y la persona de la que llevaba enamora ya casi tres años, cuando descubrió su sexualidad, sin embargo no había intentando acercarse a él porque su vecino no tenía la mejor fama y tampoco la tenía ahora; meter a un chico diferente en su cama cada noche no le iba a dar una buena fama a nadie, eso lo sabía y por mucho que quisiera acercarse sus padres no se lo iban a permitir, si ahora tenía permiso de estar en la fiesta de su vecino se debía a que sus papás estaban de viaje y su hermana decidió ser condescendiente con él y dejarlo ir, o tal vez porque ella también asistiría, además de que no creía que ella tenía derecho a prohibírselo si tan sólo eran mayor a él por casi dos minutos, hasta le parecía injusto que a ella la dejaran a cargo de la casa cuando él era el hombre.

Su mirada se dirigió a la ventana que quedaba en la misma dirección que la suya, viendo la puerta abrirse y a su vecino entrar sin prestarle atención a que él podía verlo desde ahí mientras mantuviera las cortinas abiertas, así como muchas noches se torturó viendo la imagen más erótica que jamás pensó ver, porque él deseó tanto ser el hombre que estaba bajo el cuerpo de la persona que había amado durante casi tres años, y también fue lo que le hizo tomar decisiones que sabía que iban a traer grandes consecuencias, porque él tenía dieciocho años, dependía mucho de sus padres aunque ya tenía un trabajo, gracias al talento innato que tenía con la escritura, y por eso mismo fue que él creía que sólo necesitaba ser mayor de edad porque parecía ser la idea más loca que podía existir pero la perfecta para él.

Cuando su mirada se encontró con la de su vecino lo vio sonreír y él devolvió el gesto para después alejarse de la ventana, no quería que lo viera como un acosador o que sus planes se vieran afectados porque simplemente decidió delatarse que estaba enamora de la persona equivocada, porque lo sabía, él otro chico no le iba a corresponder nunca, y eso lo tenía bastante claro, porque en un principio tuvo la ilusión de que podía enamorarlo y cambiar todo lo que hacía, pero ahora era consciente que no iba a ser de esa forma, que no tenía la posibilidad de enamorarlo porque había visto entrar y salir de esa casa a chicos muchos más hermosos que él, que no iban a ser más que alguien de una noche porque jamás los volvió a ver, y no porque él fuera su vecino y lo amase se suponía que lo iba a ser de otra forma, sabía que debía aceptarlo y en los últimos meses se resignó, era imposible de que él fuera aceptado, y por eso mismo cuando tenía alguna oportunidad sacaba su lado más seductor, que creía que era a lo que Min Ho era inmune.

—¡Taemin! —escuchó a su hermana gritar y él se acercó a su libreta, cerrándola porque ya no podría escribir más.

Bajó las escaleras con demasiada pereza porque dudaba que su hermana le fuera a decir que era momento de que se fueran a la fiesta de al lado, era demasiado temprano todavía y él no quería ser de los primeros en llegar, y parecía que su hermana tampoco porque la chica parecía adorar estar a cargo de la casa ya que lo hizo bajar para que lavara los trastes que le tocaba lavar a ella porque él había cocinado en ese día, ya que debido a los constantes viajes de sus padres desde que tenían catorce años, él y su hermana tuvieron que aprender a cocinar y a arreglárselas para vivir sin ver demasiado a sus padres, lo único de lo que más dependían de ellos era por el dinero.

Taemin no discutió con Ji Woo, su hermana, sólo entró en la cocina porque no quería que la chica se arrepintiera y decidiera que lo mejor era que ellos no asistieran a la fiesta de su vecino, y sería fácil de escaparse si ella no colocase llave a todas las puertas y tal vez si hubiera una enredadera o un árbol al lado de su ventana él podría escapar, pero no había nada de eso y saltar de un segundo piso no era una opción porque las ventanas de la parte inferior de la casa tenían protección que no le iban a permitir que él saliera, sin embargo todos aquellos planes de asistir a esa fiesta se vieron arruinados cuando la puerta se abrió sin que ellos lo esperaran, permitiéndoles ver a sus padres, y no era que Taemin tuviera una mala relación con ellos, sólo que por esa noche él hubiese preferido que continuasen de viaje, ni siquiera les habían avisado que estarían de regreso, ellos pudieron no haber estado en la casa.

No fue un error,  yo lo quise así.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora