Capítulo 15.

5.2K 482 89
                                    


Se detuvo en un autoservicio entrando en ésta, ahora que no estaba con Min So podría hacer las compras necesarias para su apartamento, así como también se despejaba un poco de su reciente conversación con Min Ho, porque él había sido claro en lo que quería para poder iniciar una relación de pareja, él no quería que se obligase a hacerlo, y todo sería de esa manera si Min Ho se enamoraba de él, algo que parecía muy difícil pero creía que así debía ser, porque tal vez él y Choi no estaban destinados a estar juntos, y aunque estuvieran una constante relación jamás habrían sentimientos entre ellos, y era algo difícil de aceptar, pero Taemin ya no estaba tan ilusionado como antes que algo así pudiera ser, tal vez desde que su hija se volvió su prioridad o desde que entendió que hasta que Min Ho no quisiera una relación no sería así, pero habían pasado casi dos meses desde que le pidió por primera vez que fueran pareja, y continuaba viendo lo mismo, a Choi diciéndole que estuvieran juntos sólo por su hija y él no iba a aceptar eso.

Colocó dentro del carrito pañales para su hija, también toallitas húmedas y demás cosas que creía que eran necesarias pero eso había sido lo primordial en una lista mental que hizo al entrar en autoservicio, ya que si hubiese querido hacer compras habría tomado más en cuenta lo que necesitaba en su apartamento, pero eso era improvisado, aún así su lista no fue pequeña, teniendo lleno al carrito. Se acercó a la caja y comenzó a colocar las cosas para que fueran cobradas, mientras él buscaba dentro de su billetera su tarjeta de crédito, ignorando al chico que lo veía con entre fascinado y un poco sorprendido de verlo ahí.

Vio como cada producto fue registrado y colocados dentro de diferentes bolsas de acuerdo a su contenido, y Taemin fue capaz de notar la mirada del chico cada vez cada producto fue cobrado, comenzando a sentirse incómodo, comenzando a preguntarse en dónde estaba la chica de siempre, ella no lo veía de la manera extraña que veía a ese desconocido, quien tenía en su placa de identificación el nombre de "Park Ji Min", alguien a quien nunca había visto antes, y esperaba que la próxima vez que comprara en ese autoservicio la chica de siempre estuviera, o debería comenzar a considerar comprar en otro lugar, tal vez pensamientos muy rápidos, pero no si no se sentía cómodo era él quien elegía. Al ver su cuenta y extendió su tarjeta de crédito, sintiendo como el chico continuaba viéndolo mientras él firmaba su factura.

—Disculpa —dijo habló el chico entregándole de regreso su tarjeta de crédito, incluso parecía nervioso —¿eres L. Min?

Taemin guardó la tarjeta y dudó por un pequeño tiempo de si debería decir que era él o si debería mentir, no sabía que las personas pudieran reconocerlo, porque no era como que nadie lo conociera, cuando publicó su primer libro se había escrito un pequeño artículo sobre su libro y hubo una fotografía, pero había pasado demasiado tiempo y no podía decir que lucía exactamente igual para ser reconocido, sus mejillas todavía estaban un poco más rellenitas y su cuerpo no era igual de escuálido que antes de embarazarse, sin embargo eso no fue un impedimento para que el chico lo hubiera reconocido.

—S-Sí —respondió incómodo, empezando a tomar las bolsas.

—¿En serio? —Taemin asintió terminando de tomar sus las bolsas con sus compras, que no eran pocas —¿necesitas ayuda con eso?

—Estoy bien, gracias.

—De verdad puedo ayudarte.

—No es necesario.

Había sido demasiado extraño eso, porque el chico parecía emocionado después de que él le confirmara que era L. Min, el seudónimo que usaba en sus libros, y él casi había salido huyendo del autoservicio cuando insistió en ayudarle con las bolsas, no era como que pudiera ayudarle mucho, pero tal vez pensó que tenía auto y pensó ayudarlo hasta ahí. Fue algo bastante para él, no se había encontrado nunca con alguien que lo reconociera, pero ahora sabía que habían personas que podrían hacerlo, y después de ese momento incómodo podía decir que era algo emocionante, incluso se olvidó de la razón de haber salido de su apartamento.

No fue un error,  yo lo quise así.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora