Hades preocupado y Will enfadado

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29 de septiembre y nada, la paciencia de Hades se había acabado, Persefone no aparecía por ninguna parte, no sabía nada de su hijo desde que Gaia se volvió a dormir y para colmo había una revuelta en los campos Asfodelos de unas almas nuevas que no querían estar allí.

El mes de septiembre del Dios no podría ir peor, o eso creía, acabaría descubriendo que tan largas se pueden hacer 24 horas.
Hoy, 1 de octubre, puede asegurar que nunca antes había sido humillado tanto.

POV HADES 30 DE SEPTIEMBRE 0:00
Estoy harto de las almas rebeldes, desde que Perséfone quiso ver Star Wars y algún muerto se enteró de qué iba, no han dejado de intentar rebelarse, sin mucho éxito a decir verdad, pero siempre era un trabajo extra el controlarlas.

Me voy a la cama para descansar y justo me llega un mensaje iris, cosa rara ya que conseguir un arcoiris en el inframundo le cuesta mucho a la diosa. Al otro lado de la cortina de agua está el Consejo Olímpico al completo con cara de pocos amigos:-"Sube aquí ahora mismo."- Que majo es mi hermano, nadie me da órdenes, ni siquiera Zeus, pero me intriga que me convoquen a mí al Olimpo. Para cuando voy a contestar, el mensaje ya ha desaparecido. Me doy cuenta de que si subo puedo hablar con Perséfone y bajarla conmigo, así que me visto y me dispongo a hacer un viaje por sombras para visitar a la loca de mi familia.

POV WILL SOLACE 29 DE SEPTIEMBRE 13:00
Un mes, eso es lo que llevaba Di Angelo desmayado en la enfermería, y ese es el tiempo que he tardado en conseguir el valor para hablar con mi padre.

No soy de esos semidioses que se pegan la vida intentando contactar con sus padres divinos, ni de esos que hablan con ellos muy a menudo, más bien pasa un poco de él, pero aquí estoy, hablando con una neida pidiéndole una cita con Apolo:-"Te puede dar para dentro de 3 años."-Ni le contesto, me doy la vuelta y me voy, la chica se ríe al verme marchar y cada vez estoy más enfadada aunque no sé con quién.

Estoy en la puerta, el sol del mediodía me da en la cara y me hace cerrar los ojos, cuando los abro tengo delante un chico de 16 años sonriendo como si le fuera la vida en ello:-"Me han dicho que querías hablar conmigo."- Mierda, mi padre.

Invierno y primaveraDonde viven las historias. Descúbrelo ahora