- ¿Eres un animal o qué? - Blake me miro de arriba abajo - ¿Qué no te enseñaron a tocar antes de entrar? – Dije molesta, mientas cubría mi cuerpo con la sabana.
- Lo siento - Tragó en seco y paso su lengua por sus carnosos labios- ¿Por qué te cubres? No lo hagas.
- ¿Por qué crees imbécil? - Dije fastidiada - Ahora vete, que quiero vestirme – La verdad no era incómodo para mí que él me viera así, pero como buena actriz que soy, debo hacer creíble mi personaje.
- Pero ¿Por qué?, Solo mírate, eres hermosa - Dijo acercándose a mí - No deberías avergonzarte con ese cuerpo.
- No estoy avergonzada, pero eso no significa que me deje...
No pude terminar la frase ya que Blake me halo hacia él y me beso. Con cada segundo que pasaba, el beso iba cogiendo más intensidad; Blake se separó un momento para quitarse la camiseta mientras yo comenzaba a desabrochar su pantalón cuándo...
- ¿Chicos?
Blake y yo nos separamos de inmediato un poco avergonzados por lo sucedido. Él trataba de explicarle a Jade lo que había visto, mientras que yo me colocaba lo que me había dado Jade. Una vez vestida me dispuse a tomar una pequeña siesta. Horas más tarde me desperté por unos pequeños re-mesones que me propinaba un ente desconocido
- Sara... Sara... Despierta... Llegaron Por nosotros... Sara...
- Ya desperté Blake, lárgate y deja que me vista.
- Está bien, le diré a tu amigo.
- Está bien - Dije quitándome la blusa.
Una vez vestida salí de la habitación y pase por la cocina donde robé unas cuantas manzanas del frutero y salí de la cabaña donde se encontraba Bradley coqueteando con Jade y Blake estaba de chaperón, me subí al helicóptero y le alcé una ceja a Bradley, cuando estábamos a una altura no muy lejana del suelo Blake se despidió con un ademan hacia Jade.
- Oye, sobre lo que paso hace rato... no sé lo que me pasó.
- Solo fue un beso – Dije sin importancia - Lo único importante aquí es dejarte en el hotel.
- Si tienes razón... Pero parece que regresamos a ese horrible lugar donde estaba cautivo
- Mira Blake, aunque no me caes bien, te daré un consejo.
- El rastreador ya está en posición – Anuncio Brad - Lanzamiento en 10... 9... 8... 7...
- Jamás interfieras en "Mis" asuntos – En ese momento Brad aprieta el botón, y estalla en pedazos el lugar.
- Objetivo neutralizado jefa.
- Bien, ahora larguémonos de aquí – Dije satisfecha.
El viaje fue corto, aterrizamos en el helipuerto y nos subimos a la camioneta que nos llevó al hotel donde dejamos a Blake el cual se despidió con un suave ademan y una sonrisa al cual no respondí y me limite a cerrar la puerta. Una vez lejos de la vista de Blake, Brad y yo nos dirigimos a la parte trasera del hotel y nos convertimos en Mishell y su padre.
- Brad tengo hambre, cómprame una hamburguesa – Ordené mientras nos dirigíamos al apartamento.
- ¿Sabes? No te vendría mal decir "POR FAVOR" de vez en cuando.
- Y a ti te vendría bien callar y hacer solo lo que digo SIEMPRE.
- Hola Mishell – Escuche la cansada voz que hace unos momentos había dejado atrás en la entrada del hotel.
- ¡Blake! - Grite con "Emoción" abalanzando me hacia él y abrazándolo- ¡Volviste, estaba muy preocupada por ti!
- Wow, muchas gracias – Sonrió - ¿Te parece bien si nos vemos luego? Estoy algo exhausto.
- Oh claro, adiós.
- Hasta pronto Shell.
Una semana después- Ya ha pasado mucho tiempo desde que nos asignaron asesinar a Theodore - Dije mientras cortaba una manzana con mi cuchillo preferido.
- Solo va un mes y medio no exageres, además me sorprende que no te hayas enamorado de él aún.
- Bradley, ¡Cuantas veces te tengo que decir que yo no me enamoro! -Dije clavando el cuchillo en la mesa, haciendo que este se sobresaltara- Solo para que quede aún más claro te repito que yo no creo en el amor, es solo una estupidez. Y no quiero que lo vuelvas a repetir, ¡Si no quieres que este cuchillo - Dije extrayendo el cuchillo de la mesa- termine en tu cuello!
- Entonces piensa en algo rápido y mátalo sin levantar sospecha.
- Eso hago - Dije saliendo del apartamento.
- Pues buena suerte haciéndolo sola – Lo ignoré.
Salí del apartamento y me dirigí al de Theodore y los chicos, toqué la puerta y me abrió Blake.- Hola Shell, ¿Cómo estás? Pasa.
- Hola, estoy bien ¿y tú? - Dije mientras pasaba al departamento.
- Estoy mejor gracias, ¿buscas a Theo cierto?
- Sí, pero veo que no está – Observé el lugar en busca de él.
- No, él no está, está visitando a su madre.
- Oh, ¿Por qué no lo me habrá comentado?... ¿Y los Demás?
- Se fueron a comer, pero yo no quise ir.
- Oh, está bien... bueno creo que me iré y regresaré en otro momento.
- ¡No espera! - Dijo agarrando mi brazo - No te vayas – Me acercó a él y sonrió.
- ¿Por qué? – Lo miré directamente a sus ojos.
- No lo sé, no quiero quedarme aquí solo.
- Mira Blake, eres muy guapo y todo pero estoy con Harry – Mierda, lo que daría por acotarme con él en éste momento. No me juzguen, es la segunda parte más divertida de i trabajo, la primera es asesinarlos.
- No, no – Se alejó un poco - Solo lo decía de forma amistosa, podríamos ver una película.
- En serio Blake debo irme, lo siento, adiós.
- Está bien, nos vemos luego, adiós
Decidí ir a la casa de la madre de Theo, y para mi suerte él estaba saliendo de la casa, así aproveche para seguirlo pero primero tuve que cambiar mi atuendo.
- Hola querido Theo - Dije con voz seria y malvada haciendo que volteara a verme.
- ¿Quién eres tú?
- Eso no importa – Le apunté con el arma, por suerte no había nadie por ahí.
- ¿Qué crees que haces? – Retrocedió asustado.
- No es nada personal cariño, solo hago mi trabajo, es una lástima que una cara tan bella se desperdicie, pero el show debe continuar – Quité el seguro – ¿Alguna última palabra?
- No lo hagas – Suplicó con lágrimas en los ojos.
- Error – Y disparé.
Theodore cayó al suelo inmediatamente, estaba muerto gracias a mi especial tiro en medio de sus cejas. Al escuchar el disparo todas las personas buscaron la fuente, para cuando la encontraron yo ya me había ido. Al llegar al hotel ya era Mishell de nuevo, me dirigí a mi apartamento y al llegar me encontré con los chicos en mi puerta, todos llorando desconsoladamente, en cuanto me vieron corrieron abrazarme y a decirme la desgarradora noticia. Theo había muerto, para una buena novia eso es una noticia que te rompe el corazón, así que lo más sensato era ponerme a llorar como una completa lunática y luego de un rato, pedirles que me dejaran sola. Cuando ellos se fueron entré a mi apartamento y me dirigí a mi cuarto a tomar una hermosa siesta por el deber cumplido con éxito.