Conejito de conejitos [Vmin]

❀ 2

—¿Ya tienes sueño?

Después de haberse quitado la falda, cepillado los dientes y ser víctima de un atentado amoroso por parte de Taehyung, notó que su serie favorita había iniciado hace veinte minutos y se quedó viéndola hasta que en la pantalla no salieron más que comerciales. Y ahí, entre tantos cojines, el pequeño Jimin no sabía donde dejar caer su cabeza de lo aburrido que estaba.

Respondiendo a su pregunta, mentalmente claro está, no tenía ni una pizca de sueño en su organismo y se lo hizo saber negando reiteradas veces, despeinando su cabello en el acto.

—Que extraño, siempre sueles dormir a esta hora... —se dejó caer a su lado, causando que algunos cojines volaran en todas las direcciones y el menor frunciera el ceño cómicamente por liberarlo de su comodidad—. Heeey, no me mires así, sabes que solo quiero hacerte compañía. Ya te dije que haciendo esas muecas te van a salir arrugas —jaló de su mejilla y dejó un beso en esta al ver lo roja que se puso por la presión de sus dedos. Pero al notar que no se iba, alejó ese pensamiento al tratarse de un leve sonrojo por parte del enano. Y sonrió, porque el de cabello rubio era fan de esas reacciones tan adorables que lo dejaban en un estado de embobamiento; se solía perder involuntariamente y si Jimin no le hubiera propinado un pobre golpe en el hombro —ya hace dos minutos que su mayor no respondía a sus constantes llamados— no saldría de su ensoñación y seguiría pensando en quien sabe que, dejando al conejo hablando solo.

—No los haría si oppa me prestara atención y no pondría sus caritas de tonto.

Tiró lejos el cojín que descansaba en el regazo de su dueño y se subió él, terminando por captar toda la atención del antes mencionado.

—Tampoco los haría si no me hubieras obligado a quitarme la falda, oppa, ¡era muy bonita!

—Jimin...

—"Que no Jiminie, pasarás frío y blablabla" —lo imitó, fallando porque su sonrisa no era cuadrada como la de Tae.

Taehyung había mentido.

Y esa extraña mueca lo delató, porque Jimin tenía la manía de observarlo atentamente cada vez que abría la boca para hablar.

—¿TaeTae me mintió, acaso? ¿Le mintió a Jiminie? —le dio dos golpecitos en el pecho, molesto—. ¿Por qué le mentiste a Jiminie, TaeTae?

"Pues resulta que a TaeTae se le paró." Al rubio casi le da algo, no podía decirlo así por así y conociendo a Park Jimin... su inocencia podía adaptarse a distintas situaciones siempre y cuando este sienta que puede ayudar. ¿Cuántas veces tuvo que alejarlo de su hermano para evitar que lo pervierta? ¿O de su mejor amigo?

Hasta de su ex novio. Venga, que había que poseer mala suerte para que tenga a casi todo el mundo detrás de su atractivo híbrido de conejo. Diablos, si, Jimin era un ángel

... pero era suyo.