Prólogo

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La fiesta había terminado. Todo había concluido con éxito y sonrisas aquel día. Saeyoung estaba feliz junto a la chica milagrosa, la que hizo el trabajo de Rika, la que salvó no sólo a Seven de su caótica vida sino también al hermano gemelo, Saeran, de una vida arruinada gracias a una enferma mental y su estúpido novio, quien la amaba al punto de cumplir con todas sus locuras.

- Asistente Kang, es hora de irme, envíame todos los reportes pendientes - a pesar de lo relajado que aparentaba estar, la mirada tensa de Jumin Han no pudo esfumarse por más tiempo - ten todo listo para mañana temprano.

- Entendido, Sr. Han - Jaehee no pudo contener un suspiro cansado.

- Ey, imbécil, ¿es necesario que tengas que arruinar esta ocasión especial también? - la belleza de Zen no se veía alterada a pesar del ceño fruncido que se le dibujó al escuchar la voz arrogante de Jumin.

- No creo estar arruinando nada - Jumin abandonó su sitio en el mueble, arregló los puños de su camisa y alisó su refinado traje - la fiesta de compromiso ha terminado, es hora de regresar a la realidad y también... - hizo una pausa y luego esbozó una sonrisa, o un intento de ella - a los brazos de Elizabeth the 3rth.

- ¡Oh! ¡!My Elly!! - el chico pelirrojo se entusiasmó y entre risas intentó disipar la tensión que emergía de una insignificante riña - ¡dale muchos besos de mi parte!

- No lo haré. - se dirigió hacia la puerta con la firme decisión de no retractarse - me retiro.

- Gracias por venir Jumin - la chica del flequillo lo despidió con una sonrisa cálida y sincera.

- No hay nada que agradecer, todos somos parte de la RFA. Asistente Kang - volvió a dirigirse a ella, pero esta vez con más suavidad - enviaré al chofer Kim una vez que me deje, pídele que te lleve a casa, es tarde.

- Gracias, Sr. Han - los lentes de Jaehee resbalaron un poco ante la sorpresiva amabilidad de su jefe.

- Adiós, Jumin - lo despidió Yoosung.

- Sí, sí, vete ya con la bola de pelos - la voz de Zen fue lo último que escuchó antes de cerrar la extraña puerta del departamento del hacker.

Su chofer lo esperaba en el estacionamiento, a pesar de estar por horas allí, no podía perder su profesionalismo y lucir cansado ante uno de los CEO más importantes del país. Abrió la puerta trasera y el joven heredero subió, perfecto como era usual.

- ¿Al penthouse, Sr. Han? - preguntó por las instrucciones.

- Sí - asintió fríamente Jumin - llévame con mi Elizabeth, y luego regresa y acompaña a la asistente Kang a su casa, y a Yoosung también si es necesario.

- Entendido, Sr. Han.

La cabeza de Jumin era un hormiguero, muchas preocupaciones caminaban en ella, todas ajenas a la compañía y el trabajo, todas aterrizaban alrededor de una sola persona, Rika. La versión de Rika que había conocido en los últimos meses era desagradable y patética, todo el afecto que sentía por ella se derrumbó en un parpadeó, o quizás venía desgastándose desde hace bastante tiempo. Después que los helicópteros llegaron, el caos se había apoderado de esa secta, lograron someter al hermano de Seven y también a Rika quien lucía desesperada, ante el cuerpo de su prometido, desangrándose gracias a una herida de bala. Cuándo Jumin vio aquella insólita escena, quedó estúpidamente petrificado, ordenó que ayudaran a su amigo de la infancia, aquel que estaba tirado en la alfombra tiñendo de rojo los zapatos de una mujer rubia enloquecida, una mujer que supuestamente estaba muerta, una mujer a la que Jumin tenía ganas de regresar a la tumba en esos momentos. Hubo tanta sangre y gritos aquel día, que la secuencia natural ante aquellos acontecimientos, fue tener un funeral también, el de Jihyun Kim, o V como todos le decían.

ESTRELLA OSCURADonde viven las historias. Descúbrelo ahora