No se sentía real...
Las caricias ya no quemaban ni erizaban su piel como solían hacerlo...
Ese amor que se tenían se había marchitado ya hace bastante tiempo, pero él se negaba a aceptarlo, jamás lo aceptaría por su cuenta propia, porque él lo amaba, aun lo amaba y simplemente no quería aceptar que todo se hubiera terminado.
¿cómo fue tan tonto para no darse cuenta?
Hacia ya tiempo que no lo tocaba, ni siquiera lo besaba.
- Hola amor, ¿qué tal tu día? - preguntó BaekHyun más nervioso que nunca, mirando como su marido entraba por la puerta y se dirigía a su habitación.
No podía creerlo, hacia tres días que no lo veía, nunca lo llamó y no era la primera vez que sucedía.
No le dirigió la mirada siquiera y él quería pensar que era porque quizás, sólo quizás no lo miró o no habló lo suficientemente fuerte para que lo notará.
Se estaba volviendo loco, en verdad estaba volviéndose loco, vivía en un constante debate entre su corazón y su mente, la realidad le mostraba los hechos tal y como eran, no tenía piedad de él.
- ¿tienes hambre? - preguntó asomándose a la habitación de su marido.
- no tengo ganas de comer - contestó secamente, logrando romper el corazón de BaekHyun en mil pedazos de nuevo.
Sin poder evitarlo, un sollozo se coló por su garganta, haciéndose audible y en ese momento ChanYeol volteó a mirarlo.
Lo miraba con furia y desesperación, sus ojos le gritaban no de nuevo por favor, y Baek hizo todo lo posible por contener las lágrimas que luchaban por salir, pero no lo logró.
- ¿ahora por qué lloras? - preguntó Yeol más furioso que nunca porque recién llegó del trabajo y tu estas llorando, pareciera que no quieres verme y sólo lo hacía con la excusa de desaparecer de nuevo - eres tan desesperante, todo el tiempo estas llorando, mejor me voy.
Y así, como hacia ya más de dos meses lo hacía, agarró su chaqueta nuevamente y salió de la casa dando un portazo que hizo saltar a Hyun en su propio lugar.
El pequeño no dijo nada, sólo se quedó quieto en su lugar tapándose la boca para evitar que más sollozos salieran de su garganta y sintiendo su cabeza punzar por el gran esfuerzo que hacia por no llorar.
No quería que volviera a suceder, hizo lo posible por evitar llorar, pero su frágil y roto corazón no podía, ya no podía soportarlo, así que con el ya casi familiar hueco en su pecho se fue a su cama a acostar, aquella cama en la que había compartido momentos de pasión y felicidad con la persona que más amaba, porque si, él lo amaba, pero era tonto el amar a una persona tanto, tanto que dolía, y que esa persona simplemente no te quisiera en su vida, simplemente no le importaba.
El olor de ChanYeol estaba impregnado en su mente, su sonrisa que ya hacia tanto tiempo que no la veía.
- ya no quiero que vayas a mi trabajo a visitarme - habló el más alto serio, no quería que le vieran con otro chico, menos con ese irritante chico, que reía de forma estúpida por cualquier estupidez, que reflejaba tanta luz y tranquilidad, porque lo hacía sentir avergonzado.
BaekHyun quería preguntarle el por qué, moría por saberlo, pero sólo guardó silencio y asintió.
Buen chico...
Y así lo hizo, no volvió a visitarlo a su trabajo, porque seguramente ChanYeol tenía sus razones y él no quería hacerlo sentirse incómodo.