Capítulo 2

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Terminamos de cenar. La cena fue bien. Zâhid y Trisha me dieron tema de conversación. Mientras que Zayn se unía a la conversación de vez en cuando. Era un chico muy tímido, por no decir demasiado. Khâlid no hablo, ni siquiera levanto la mirada. Simplemente miraba al plato y comía. Como si no existiéramos. Como si solo estuviera él allí, solo, y sin nadie. Ese chico me da un poco de miedo, no lo voy a negar. 

Después de cenar, subí a ducharme; cabe decir que comparto baño con los trillizos, y que ya tuve mi primera pelea con Khâlid, pues él se quería duchar primero. Al final Trisha le dijo que como hoy era mi primer día aquí, y era la invitada, me dejara ducharme a mí. Y el tío se fue a su habitación dando un portazo. Gilipollas. 

Al acabar de ducharme, me dirigí hacia mi habitación y me puse mi pijama de vaquitas. Sí, de vaquitas, porque molan. Alguien tocó en la puerta. 

–¿_____, puedo pasar? -escuché una voz detrás de la puerta. Era de uno de los trillizos, pero no sabía del de cuál. Pero apostaba todo el dinero del mundo a que Khâlid no era.

–Sí, claro, pasa...-se abrió la puerta dejando ver a un chico con su torso desnudo, por el que se posaban algunos tatuajes. Oh dios. Estaba gritando por dentro. Abrí la boca para decir su nombre, pero, no sabía cúal de ellos era.

–Soy Zâhid -rió- Solo quería decirte que si necesitas algo, cualquier cosa, nos llames a Zayn o a mí. La habitación de Zayn es la que está a la derecha y la mía es la del fondo. -sonrió- Te aconsejaría que fueras a la de Zayn porque la mía está un poco...desordenada...-rió suave y sonreí-

–Vale, no pasa nada. Muchas gracias Zâhid -le sonreí tímidamente- 

–No las des, preciosa -se acercó a mí y depósito un cálido beso en mi mejilla- Buenas noches -susurró en mi oído haciendo que mi piel se erizara-

–Emm...b-buenas noches...-me alejé un poco sonrojada. Él me sonrió y salió por la puerta dejándola cerrada.-

Cuando vi que ya estaba completamente sola, solté un suspiro. No sabía cómo podía seguir viva después de haber visto a semejante dios griego sin camiseta, y tan cerca de mí, besándome la mejilla y susurrándome al oído. Me obligué a alejar todos esos pensamientos que se venían a mi cabeza y cogí mi móvil para avisar a mi hermano de que lo llamaría mañana, pues estaba muy cansada. Me acosté en la cama y me dormí.

A la mañana siguiente me desperté por unos gritos provenientes de alguna de las habitaciones que se encontraban a mi alrededor. Me levanté bostezando y frotándome los ojos. No había dormido muy bien. Supongo que por esto de estar en otro sitio, y no en tu propia casa. Salí por la puerta, y sin dudarlo fui a la habitación donde se oía a los trillizos peleándose. Al abrir la puerta, me encontré a tres chicos iguales, en boxers negros. Como vayan todos los días así por la casa, a mí me dará un ataque al corazón, ahí lo dejo. Uno de ellos tenía el pelo hacia abajo, supuse que era Khâlid, pues los otros dos lo tenían en un tupé, un poco despeinado. Uno tenía tatuajes y tenía a un gato en su regazo. Mientras que el otro no tenía tatuajes. Me fijé en el gato que tenía, creo, que Zâhid. Era la cosa más fea y adorable a la vez que había visto en mi vida. Era un gato bastante pequeño, peludo y gordito. Lo más gracioso era su cara, tenía el ceño fruncido, como si estuviera enfadado. Comencé a reírme fuertemente y todos se volteron hacia mí. Y Zayn y Khâlid pararon de chillarse el uno al otro.

–Buenos días, _____ -me sonrió Zayn-

–Buenos días chicos -les sonreí y volví al mirar al gato. Me reí.-

–Buenos días mi polla -frunció el ceño- ¿De qué te ríes estúpida? Odio que la gente se ría. -rodé los ojos-

–Me río del gato. Es muy gracioso. -Zâhid rió y Khâlid volvió a fruncir el ceño-

Los trillizos MalikWhere stories live. Discover now