Una vez en el circo, lo vendieron a un titiritero que lo saco al escenario a bailar y cantar. Por la noche, el muñeco se sintió y quiso volver con su padre; el titiritero. Conmovido, le dio unas monedas y lo dejo marchar. De camino a casa, pinocho fue engañada de nuevo por los granjuas, que le robaron las monedas. Cuando pepito grillo, le pregunto por ellas, pinocho contesto que las había perdido. Pepito grillo, que sabia la verdad, le advirtió que si seguía mintiendo le crecería la nariz. Pinocho prometió no volver a mentir nunca mas. Pepito grillo y pinocho se pusieron de nuevo en camino hacia su anciano y lleno de niños, que le decían —¡ven con nosotros al país Encantado — gritaban entusiasmados pinocho no lo dudo y se fue con ellos. Enfadado, pepito grillo le siguió.