capítulo 3

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Llegó a la Universidad y camino a mi primera clase, en mi mochila había traído lo necesario para sobrevivir está semana hasta comprar lo que me faltaba, algunas personas veían raro mi mochila, por que? Pues simple visto de negro pero mi mochila de es un material me dio extraño pero parece como de felpa y tiene un parche de unicornio, no tengo la culpa de amar los unicornios enserio los amo, de vuelta a mi mundo llegue al salón asignado y me senté casi al último y espere que empiece la clase viendo como el salón se llenaba de alumnos, entró un chico que al verlo me gusto su forma de vestir hasta ver su cara que fue cuando me di cuenta que era el idiota del otro día.

Bufe y mire como una chica se le acercó y se colgó de su cuello dándole un beso en los labios, hice una mueca de desagrado y mire hacia otro lugar, sentí que alguien caminaba cerca de mi hasta sentarse a lado mío.

-Que lindo día -escuche su horrorosa voz y rodé los ojos-

-claro que lindo día, las mariposas bailan en el aire y el cielo se ilumina con tu sonrisa -murmuro, el cielo estaba gris y había mucha ventisca así que mi comentario lleno de sarcasmo espero que lo haya captado-

-Otra vez tu? Es que no puedes dejar de seguirme? Tanto te gusto? -lo escuche decir sin voltear para ver que tenía una sonrisa o algo asi, gire con mi sonrisa más arrogante y me quedó mirando extraño-

-Quiero que escuches muy bien inepto -digo acercandome un poco a él- yo vine aquí a estudiar literatura, eso puede entrar en tu diminuto cerebro? -sigo sonriendo mientras habló con toda la calma posible- y antes de que me guste prefiero salir con un mono con tutu y encima tuerto -arrugo la nariz frunciendo el ceño vuelvo a mi lugar mirando al frente viendo al profesor entrar y dejar a todos en completo silencio para empezar su clase-

No volví a escuchar la voz del idiota que tenía a mi lado gracias a todos los dioses así que la clase fue muy tranquila como la anterior hasta que fue turno de dejar los trabajos.

- se que recién es el segundo día de clases mis queridos alumnos pero ya es hora de que dejen la vagancia a un lado y empiecen a su labor como estudiante -dijo el adorable anciano que teníamos como profesor, enserio era muy adorable siempre nos trataba bien y tenía la paciencia del mundo, diría algo como me recuerda a mi bisabuelo pero el mío era adorable a su extraña manera- les dejaré una oración y quiero que de esa oración me saquen una historia de por lo menos 5 páginas y para que no anden quejándose el trabajo será en grupos los cuáles yo escogere al azar -se volvió a sentar en su mesa y miro la lista, rogaba que a mi me toque sola, lose se escucha muy antisocial pero prefiero tener que hacer el trabajo a hacerlo con incompetente que pueda arruinar mis lindas historias sacadas de mi retorcida mente como escritora.

Lo escuche decir varios nombres mientras yo hacia pequeños dibujos de caricaturas que veía con nutella y mermelada, esos gatos eran un amor y uno me servía de despertador ya que siempre se despertaba a la misma hora y venía a lamer alguno de mis dedos ya que siempre dejó una mano colgando fuera de la cama, de reojo vi como el Homo sapiens que ahora ya no tenía un traje formal miraba a los demás como analizandolos y haciendo un gesto aprobatorio o de negación, que manera de catalogar a las personas siendo un estudiante de literatura creo que no entiende la frase "no critiques la portada, si no has leído el libro"  , idiota.

Escuchó mi nombre y pongo atención al profesor pero el otro nombre hace que quiera ir donde el profesor y estrellar su cabeza contra la pared.

-No puedo hacer el trabajo sola? No me gustaría que mi trabajo se vea nefasto teniendo a un inepto como compañero -digo sin importarme lo que los demás digan al verme ofender a su intocable como lo hacen llamar, el profesor ríe ante mis palabras.

-El alumno morris podrá ayudarte mucho querida señorita garret el ya ha estado aquí y aparte es un muy buen alumno -dice el profesor regalandome una linda sonrisa que hace que me quede callada y mire al Homo sapiens.

-Tampoco me gustaría trabajar contigo marimacha pero bueno el profesor nos a juntado y espero que no vuelvas a golpearme o te irá muy mal -oigo escucharlo hablar y frunzo el ceño-

-piensas que te tengo miedo? -suelto una carcajada sin gracias y arrugo la nariz- no por que los demás te consideren su Dios yo lo haré, andate olvidando de que puedes tratarme como a los demás -termino de decir y tomó mis cosas para salir de clase ya que el timbre había tocado finalizando la clase y empezando el pequeño receso que tenemos mientras esperamos que empiece otra clase.

Mientras caminaba por los pasillos me choque con una chica que venía corriendo y saltando, caí al suelo golpeando mi grande trasero, si dejó de comer comida chatarra probablemente no estaría así, veo a la otra chica la cuál se levanta y me mira asustada.

-Oh Dios disculpame enserio no fue mi intención -dice rápidamente acercándose a mi para ayudarme a levantar, cuando ya estamos paradas ambas sacudo mi ropa y la miro- soy marceline morris estudiante de arte dramático -veo su grande sonrisa y soy contagiada por ella.

-soy ámbar garret estudiante de literatura -digo sonriendole, ella da saltitos alrededor mío y la veo confundida-

-eres nueva, eso es genial, quieres ser mi amiga? -Me mira por un momento y abre la boca- lo siento te parezco rara, mi novio siempre me lo repite, enserio lo siento-

-no hay de que preocuparse marceline, si seré tu amiga solo no saltes tanto que siento que gastas hasta mi energía y yo siempre tengo mucha energía -río y ella asiente-

-nos veremos después ámbar, ahora tengo clase, tal vez dentro de un rato te visité en tu siguiente clase! -Dice dándome un rápido abrazo y alejándose de mi corriendo, supongo que ahora es su clase ya que para algunos empieza clase y para otros es el pequeño receso-

Seguí caminando yendo al comedor para comprar alguna cosa para comer, mis amigas probablemente me dirían que compre algo saludable para que cuide la figura pero por favor no voy a renunciar a los antojos que tengo y no me importa mucho mi físico, no soy como las chicas delgadas, soy más una chica intermedio aparte tengo la suerte que mi organismo me deje comer lo que se me plazca sin subir de peso gracias a los ejercicios que hago en las noches, no es mucho ya que sufro de asma y cualquier cosa que me haga agitarme hará que empiece a faltarme el aire pero no puedo quejarme me gusto tal y como soy.

Mientras caminaba nuevamente chocó con alguien y para suerte la mía el vaso de café es tirado hacia la persona con la que choque, asi que yo no tengo ni una mancha mientras el chico frente a mi esta con el polo totalmente lleno de café, levantó la mirada para ver con quien choque y es tate "Homo sapiens -sauna".

-bueno con una taza de café es suficiente para que digas el 50% de las estupideces que salen de tu boca, así que te ayude a no matar otra neurona de tu cerebro -digo y me Quito de su camino dejándolo nuevamente con la palabra en la boca, pero eso no se queda ahi ya que unos segundos después siento algo frío caer por mi cabello y deslizarse por mi espalda, cuando giro echando humo por las orejas veo a tate sonriendo arrogantemente.

Esto no va a terminar aquí...

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