Inefable Pasión

Una historia en tres partes.

-Abre tus ojos-La voz se volvía fuerte-Tienes que abrir los ojos.

La lluvia volvió a caer, y el agua cubrió su vista. Todo a su alrededor estaba oscuro, excepto por una pequeña fogata que se alzaba débilmente ante la tormenta. Alguien tomo su brazo y trato de levantarla, pero ella se soltó asustada.

- ¿Que paso?- Volvió la vista admirando todo el lugar-¿Quien eres?

-Tranquila, por favor siéntate.

-¿Donde están mis amigos?¿DONDE ESTA INUYASHA?- Se levantado rápidamente, cayendo al piso al poco tiempo.

-Por favor no debes esforzarte, ellos te están buscando y aun no puedes enfrentarlos.

Tomo su cabeza, le dolía terriblemente.-Disculpa, ¿de que hablas? y ¿quien eres?

-A que falta de modales de mi parte-Miro a ambos lados y beso su mano-Hay que tener cuidado con la mujer a que ama nuestro jefe.

-Debo irme, gracias por cuidarme...aun no se tu nombre, perdón.

-Llámame cosa, aun no se me da un nombre así que por el momento soy una cosa.

-Pero, eres un humano.-Lo miro- Tus padres ¿no te pusieron nombre?

-Bueno, mi padre aun no piensa uno aunque si consideramos que desea tener una relación contigo podríamos decir que mi madre, tu, no me has puesto nombre.

-¿Yo? Es imposible.- Sonrió- Aun estoy soltera y ¿no se quien es tu jefe o padre?

-No puedo decirlo aun. Pero ¿me pondrías un nombre?

-Yo no se mucho de nombre, pero tenia un amigo de joven llamado Yukio. Aunque no puedo darte eso nombre, ni siquiera se quien eres. Y ¿ que diablos hago aquí?- Se levanto y se acerco a la entrada de la cueva- Ademas me tengo que ir.

-Por favor no salgas, tus amigos están buscándote y se han unido para matarte.-Ella regreso la vista y sonrió.

-Ellos son mis amigos, nunca me harían eso.

-Nunca has entrado al bosque de los espejos ¿verdad?

-No, de hecho había escuchado un rumor pero Inuyasha nos aseguro que estaba bastante lejos de aquí.

-Hablas del joven mitad bestia, me sorprende que te halla dicho eso después de todo..

-Yukio es un bonito nombre, no me gustaría que dejaras de utilizarlo.

-Naraku-Kagome se coloco al frente del joven y trato de formar un campo de energía-¿Que haces aquí?

-Que joven tan presuntuosa eres , uno trata de protegerte pero al parecer tu no te dejas. Es una lastima que tengas que morir a manos de tus amigos. Yukio, vamos ella no necesita nuestra ayuda.

-¿ De que hablas?-Lo miro fervientemente.

-Kagome, que inocente que eres pero es igual una lastima que esa inocencia se desperdicie con el tonto de Inuyasha.- Se alejo hacia la puerta de la cueva.- Yukio sacala de aquí, mientras ella no permanezca dentro del bosque la maldición puede ser eliminada.

-De hablas- Yukio la tomo del brazo- Déjame, Naraku ¡ Explícame! ¡¿Que pasa?!¡¿Donde están Inuyasha y los demás?!- El sonrió y salio. Dejando su bruma en el camino.

-Tranquila señorita, estará bien no se preocupe.- De pronto todo se volvió oscuro y cuando abrió sus ojos ellos estaban en el campamento alrededor de la fogata. Todo le había parecido tan real, como si en un instante el tiempo hubiera pasado rápidamente. El ruido entre los arbustos, esa aura que había sentido en su sueño, se levanto dejando al pequeño Shippou dentro de bolsa para dormir y camino siguiendo esa aura que parecía alejarse , como si notara que ella lo estaba siguiendo. Y lo vio a Naraku, en una especie de telaraña de un brillo singular y a ese joven.

-No fue un sueño ¿verdad?

-Cariño, enserio eres muy persuasiva. Todos tus amigos ya lo han olvidado pero tu aun lo recuerdas, recuerdas cada hecho y lo vives cada noche.

-¿Que es lo que paso?

-Me encantaría contarte cada detalle, pero seria una perdida de tiempo. Aunque conozco a alguien que también lo recuerda como tu. Y esta tras de ti, es muy difícil esconder mi presencia al parecer.-Naraku se levanto y tomo la mano de Kagome para darle un beso, pero una ráfaga de luz lo empujo a un lado.

-Inuyasha, es un gusto saludarte, por que no haces lo honores y le relatas la triste historia de tu perdido romance con Kikyou y como terminaste regalándome a Kagome.

-Inuyasha ¿ a que se refiere?-Inuyasha bajo la mirada y cambio la posición de su vista.

-A tal parece que no deseas contar esta hermosa historia, pero bueno después de todo Kagome esta a muy poco de descubrirlo. Si tu le cuentas la historia, su alma se corromperá, su cuerpo caerá con ella y lo único que habrás ganado tu sera otro cadáver vació. Que bella historia de amor.

-Kagome, ahora yo no puedo protegerte, todo lo que he hecho a sido egoísta y si tu te enteras de lo hice nunca me perdonarías. Pero se que si no te lo cuento yo, me odiaras mas de lo que lo haces en este momento en tu corazón.

La mirada de Kagome se volvió sombría, se escucho como si algo se rompiera en ese momento Naraku sonrió, su plan estaba saliendo de maravilla y lo mas interesante era que el nunca lo había planeado. Pobre Inuyasha, después de todo el seria el causante de la destrucción del alma de Kagome y no lo sabia.

-Por favor, no lo digas.

-Pero Kagome...

-No Inuyasha, yo se lo que vas a decir- Las lagrimas empezaron a bajar por sus ojos que se volvían rojizas.

- Lastima, perdiste demasiado tiempo Inuyasha. Deberías fijarte un poco mas en el tiempo antes de hacer tus grandes monólogos.

-¿De que hablas Naraku?

-Ya es tarde, la luna ya se ha escondido y el sol esta a punto de salir. Te di 3 días pero 2 de ellos los perdiste con un cadáver.- Naraku se acerco a Kagome, tocando su hombro y acercando su boca, Inuyasha reacciono rápidamente pero quedo estático al notar como el joven que acompañaba a Naraku, la alejo de ella rápidamente. Naraku sonrió de lado y le hizo un ademan con la mano. Kagome no reacciono cuando el joven la cubrió con una manta ni menos cuando la abrazo.

El rostro de Naraku se torció un poco y empezó a caminar hacia ellos, pero su detuvo mirando por ultima vez a Inuyasha.

-Me llevo mi premio.

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Gracias por leer.

Acabo de terminarlo porque se publique de nada. Pero bueno, lo siento por la tardanza.

Gracias por leer. Besos Helados!