Capítulo 3.

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Hoy no es un día normal. Me he levantado con fuerza. No quiero seguir viendo como pasa mi vida por delante mia, y apenas reacciono ante los defectos que encuentro. Me pongo el uniforme, pero me subo la falda más de lo normal, me aliso el pelo, máscara de pestañas acompañada de un ligero sombreado. Brillo de labios. Salgo de casa. Por el camino, escucho canciones motivadoras, que me hacen imaginarme con Alex, bailando en una discoteca, son movimientos suaves y a la vez sensuales, acompañados por el sudor y las ganas de besarnos. Valentina entra al coche.

- ¿Ya de buena mañana con reggaeton?.- Pregunta risueña.

- Tengo muchas ganas de irme de fiesta.

- ¿Salimos el jueves?

- Sí, por favor... 

Nos reímos, cantamos. De camino al colegio piso el acelerador más de lo normal. Subo el volumen a la radio. Bajo las ventanillas.

- ¿Qué te pasa?.- Pregunta Valentina asombrada.

- Hoy me he levantado con ganas de comerme el mundo.

Me mira asombrada, suelta unas carcajadas, y a continuación las dos nos reímos encanadas. 

- La frase esa, me ha matado.

- Lo sé... me ha salido, como poética o algo así ¿no?

Asiente con la cabeza. Llegamos al colegio. Y nos quedamos en el coche, con el propósito de entrar las últimas. Cuando apenas falta 1 minuto para las 8, salimos del coche, Valentina, con paso ligero, y yo, dejándome llevar por la brisa mañanera, nos disponemos a subir la cuesta. Entramos a clase, ella primero. Yo después, con un pequeño detalle. Hoy no voy a mirar a Alex. Le sonrío a Lucas. Mierda. Ya le he mirado. Me sonrie. Hago como si no me hubiera dado cuenta. Lucas se acerca. 

- Acompáñame al baño.

Asiento con la cabeza. No se que quiere. Pero por el tono en el que me lo ha dicho, no debe estar muy bien. Miro a Valentina. Me encojo de hombros. Me sonríe. Salimos ya de clase.

- A ver, Sofi... la verdad, no se ni como decírtelo.

- Pues diciéndomelo...- Sonrío.

- Necesito que hagas una cosa por mí. Y por ti. Necesito que me ayudes.

- ¿Qué pasa Luc?

- Alex, se quiere quedar con Natalia, no quiere ir a Cancún. Yo ya he hablado con él. Le he dicho que me ha dejado tirado en el último momento. Que no se puede quedar con Natalia, que es su viaje de fin de curso. Pero él insiste. Que si Natalia le va a necesitar... Que va a estar en Cancún todo el tiempo pensando en ella... Si ha mejorado, ¿cómo habrá ido la operación?... Sofia, te juro que ya no se ni qué decirle, para todo tiene contestación.

- Y ¿Cómo pretendes que te ayude yo? Si no te hace caso a ti que eres su mejor amigo... además... ¿por qué yo? entre todos los amigos, intentar convercerle.

- Joder Sofía, no somos tontos, y menos yo, conozco a Alex siempre. Y se que si se lo pides tu... puede cambiar de opinion. Aunque ambos lo negueis, entre vosotros siempre va a haber algo, no habéis olvidado lo que pasó... y no podéis avanzar en vuestras vidas sin superarlo. Y él no lo ha superado. Y tú también lo sabes. Y eso, que ya me estoy poniendo muy cursi, y este no es mi rollo.

- Yo hablo con él.- Le respondo entre risas.

Nos abrazamos, y entramos en clase. <<Gracias>> me dice al oído.

En clase, cojo una hoja en blanco, dibujo figuras deforme. Estoy nerviosa. No me esperaba lo que me ha dicho Lucas. ¿Que hable yo con Alex, que yo le puedo hacer cambiar de opinion? Hacía tiempo que no me latía tan rápido el corazón. Mi pierna derecha tirita sola, y sí, siento frío. Suena la campana. En el viaje de vuelta a casa, le cuento a Valentina lo que me había dicho Lucas, y juntas sacamos conclusiones. Todo pinta bien.

Vacaciones en Cancún.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora