Ava Pov.
Los penitentes habían llegado dejando una nota que nos erizo la piel y llevándose consigo a Karen; habían aparecido uno tras uno mientras acabábamos con uno de ellos hasta que Karen quedó sin fuerzas, se dejó caer en el pasto y se entregó a uno, quien dejó tal nota.
"Nos llevaremos a una, cada noche".
Y a pesar de que podíamos luchar, no íbamos a arriesgarnos a quedarnos hasta mañana para salir de este lugar, así que pasamos toda la noche creando armas nuevas, llevando provisiones en cada mochila que encontramos. Claro que hubo chicas que no quisieron irse por más que era obvio que aquí no sobrevivirían, y ahora sólo quedamos 12. 11 chicas y 1 chico.
Era hora de irnos, y Carter estaba hablando por última vez con las chicas resignadas para convencerlas de que irnos era la mejor opción, pero al parecer ellas no cedían y eso pareció desilusionar a todas las demás chicas, incluso a los novatos, sabían que estaba en peligro y que se quedaran, estaba totalmente mal.
Ahora estábamos en camino a la sección 7 del laberinto, donde estaba la entrada de los penitentes que Amelie había mencionado, recuerdo que una vez estuve cerca de aquí cuando estaba entrenando para sobrevivir fuera del área, el laberinto era tétrico, había enredaderas en las paredes que parecían débiles en su mayoría, y el suelo era igual de gris que todo alrededor, pero este parecía húmedo.
Incluso el ambiente parecía cargado de humedad, sentí mi cuerpo sudando por debajo de la playera que tenía y mis manos resbalaban alrededor de la lanza que cargaba y que ahora me ayudaba a caminar, y es que recorrer tanto en un par de horas era agotador, mis piernas se sentían débiles y mi único soporte era la lanza.
Amelie iba por delante junto con Carter y yo, después estaban Elsa, Piper y Lara. En el medio se encontraban los novatos junto con Taissa y al último estaban Venus, Libby y Solange. Los novatos parecían totalmente agotados, como si ya no les quedara fuerza para un paso más, pero muy de milagro la sacaban. Entendía perfectamente eso, aunque yo fuera una persona con poca paciencia, La chica tenía apenas 2 días aquí en el área y el chico 1.
Carter nos dijo que tomáramos un descanso de 5 minutos, para comer y para reponernos de todo el tiempo que habíamos estado corriendo, aunque no parecía ni que ella hubiera corrido más de dos minutos, estaba intacta al igual que Amelie y Piper, pero tenía que ser, dos son corredoras y otra es la líder, que va a acompañar a las corredoras 3 veces a la semana.
Cuando hubo acabado el tiempo de descanso y todos estábamos con el estómago lleno pero no recuperados ni un poco, volvimos a correr, ya no faltaba mucho para llegar a donde tendríamos que salir y habríamos de proteger de los penitentes a las 3 primeras chicas de la fila, incluida yo. Entonces, cuando llegamos, nos paramos en una esquina escuchando el ruido de las garras chocando entre sí. Sólo una vez había visto a un penitente y acabado con él, eso era lo que me daba más miedo ahora, que no tenía mucha experiencia con ellos como Venus o Libby, que al menos habían llegado a matar a 7, y eran las que menos habían hecho eso sin contarme a mí, pero sabía dónde estaba su punto débil, y eso género en mi confianza.
Y adrenalina.
Esa adrenalina que tienes cuando el miedo está presente pero que de alguna forma hace que estés más despierta, aunque haya momentos en los que te paralices después todo, eso se convierte en energía, y la energía se convierte en una carga de fuerza que llega de repente. Y por mi cuerpo corría esa misma fuerza que avanzaba al ritmo de los latidos de mi corazón, que iban tan rápido que podía sentirlos en mi garganta, Hasta en las partes que no sabes que están pero hacen que tu cuerpo se estremezca por completo.
