❝Royal Palace❞ ↪SHINee, One shots↩

Déjame libre |2Min|

Cosa super fluff y pasiva no se dejen engañar por el titulo 

Lo odiaba. Odiaba la forma desesperada en la que se aferraba a él. Como si fuera su último soplo de esperanza. Lo miró, una y otra vez hasta que sus parpados se cerraron mientras escuchaba su suave respiración como último consuelo.

Lo sabía. Sabía que cuando abriera sus ojos él no estaría ahí.

Lo sabía, pero no podía evitar sentir el dolor de la perdida cada vez que ocurría como si fuese la primera vez. Como sus ojos se hinchaban cuando los abría y él no estaba. Sus dedos se aferraron a las sabanas pegándolas a su pecho mientras jadeaba una y otra vez por sus pesadillas recurrentes. Las cuales siempre giraban en torno a él.

Podía hacerlo sentir un éxtasis único con su sola sonrisa blanca y perfecta.

Lo recordó.

El beso pasional de la noche anterior entre susurros silenciosos y tranquilos mientras sus manos se perdían en la piel caliente del otro. Aquel cabello desordenado juntó a una bella sonrisa como consuelo. Lo sabía, sabía que él le causaba una sensación de fuerza única aun cuando al mismo tiempo era su más grande debilidad.

Sonrió. Sus sueños eran amargos y dulces al mismo tiempo. Agridulces.

[...]

El otro muchacho lo miró dormir, había dejado caer los parpados y normalizo su respiración esperando que Taemin dejara de pensar y durmiera. Había esperado ochenta minutos hasta que escucho su respiración estabilizarse. Se giró hacia él con el mayor cuidado posible.

Suspiró.

Taemin era muy lindo cuando dormía.

Sonrió.

También cuando estaba despierto.

—Hermoso— susurró. Escucho su celular vibrar detrás de él. Se giró de nuevo mientras contenía la respiración cuando vio a Taemin sonreír.

[Sul]: ¡Oppa, lo tenemos!

Minho apretó el teléfono con fuerza antes de levantarse. Esa sería una gran noche. Se inclinó sobre la cama después de haberse puesto sus pantalones negros. Y sonrió de nuevo antes de besar la frente de Taemin y acariciar su cabello.

[Soojung-ie]: ¡Apúrate! ¡Tienes que decirnos si lo hicimos bien!

Se arregló el cabello con ambas manos cuando termino de deslizar su camiseta blanca sobre su torso. Recogió sus zapatos y se apresuró a salir.

Miro a Taemin una vez más. Salió. Porque esa sería la última vez que saldría con temor, si todo salía bien no pasaría de nuevo.

—Uno... dos— canturreo mientras se ponía sus zapatos en la sala. Taemin no tardaría mucho en despertarse por la falta de calor corporal. Tomó las llaves de su moto y cerró la puerta.

Su celular seguía vibrando contra su pierna cuando salía rumbo al pequeño elevador.

[...]

—Lo hizo de nuevo— se talló los parpados cuando escuchó la puerta cerrarse. Su estómago se contrajo, era imposible que Minho haya dejado de amarlo de un día para otro. Había pasada más de dos meses desde que desaparecía de la nada sin dejar rastro.

Y Taemin lo odiaba. Odiaba esa sensación de soledad que se propagaba cuando abría los ojos esperando encontrarlo ahí acostado a su lado como antes. Odiaba creer que Minho había perdido el encanto por él, porque Taemin aun quería seguir aferrado a él.