Días rutinarios.Días malos, días buenos.
Días grises, días sonrosados.
Días de lagrimas, días de carcajadas.
Días de tropiezos, días de sueños realizados.
Días aburridos, días de fantásticas aventuras.
Y un extraordinario día de ensueño deslizándose a una amarga semana.
Así fue como surgió todo...
Un día caluroso con pinta de nublado cualquier otro. Por primera vez la oportunidad que mas aspiraba y que había puesto mi convicción finalmente surge.
Una peculiar salida al cine.
Una película no romántica, quizas la más violenta.
Pero que ambos ansiábamos ver.
Todo se deslizaba como normalmente en ti, "amabilidad", cosa que quizás he confundido todo el tiempo desde el primer día que nos conocimos. Cuando me pagabas el almuerzo y ahora una entrada al cine.
Todo comienza con un abrazo.
Después caricias.
Recorres mi cintura y tus brazos alrededor de mi. Al parecer creo que ni siquiera prestaba atención a la película por sentir tus sutiles manos arrulladoras.
Continua con un beso, y continúan, continúan, hasta que se estos se vuelven detonantes.
Detonante es lo que menos quiero contigo. Pero de pronto tus besos resultan algo explosivos por lo que te pido CONTROL.
La adrenalina disminuye y nuevamente abrazos resplandecen en toda la sala.
Inclino un poco mi cabeza y escucho retumbar tu corazón en tu pecho una y otra vez como si hubieses estado corriendo, huyendo de algo y ahora permaneces vivo. Demasiado esplendor y dulzura por cada segundo en el que tu interior palpitaba.
Minutos después continúan los desenfrenados besos, me recuesto en el asiento y te recuestas encima de mis muslos ascendiendo hasta mi pecho. Claramente frágil y ahora tu escuchas el retumbar de mi corazón talves al mismo ritmo que el tuyo. Me declaras que late muy deprisa y yo sin nada mas que decir expreso que quisiera estar así toda una eternidad. Junto a ti, converger, envuelta en tus brazos y ambos escuchar el retumbar de nuestras almas.
Los minutos transcurren y es hora de ir a casa.
O en este caso solamente yo, ya que tu puedes ser un ave y volar autonomamente a cualquier sitio.
Pero aguarda... el día de ensueño aun no termina y continua con una aventura seguida de adrenalina y probablemente la ultima.
De pronto mis manos se ven expuestas al sujetarte con fuerza de tu torso para no desplomarme en el pavimento mientras conduces tu motocicleta de una manera muy ágil y cuidadosa. Con mi corazón retumbando velozmente pero esta vez con nervios de ser descubierta por mi padre.
Y gracias a tu NO imprudencia y cuidado me mantienes solo alrededor del estacionamiento y no en las alarmantes calles que abundan peligro en cada esquina.
Merodeando y merodeando una y otra vez hasta que siento mi pantalón vibrar!.
4 llamadas perdidas... ¿En que demonios me he metido?.
Mi padre esta ahora estacionado en la entrada del cine.
Por suerte y los astros bien colocados en el universo me ve de lejos haciéndome una seña de que me acerque cuando ya me he bajado de la motocicleta y no ha conseguido descubrirme.
Esta vez no ha habido tiempo de despedidas, ni siquiera miradas y sospecho que desde aquí surge un problema... pero aun así logro estar tumbada en mi cama con una enorme sonrisa en mi rostro y una que otra lagrima de bienestar sabiendo que el día de ensueño ha concluido.
ESTÁS LEYENDO
Título por defecto - Escribe el tuyo propio
ContoRelato breve en el que se narra desde primera persona un primer amor prudente, de como los días se van alterando y de la nada dejan de persistir como lo estaban. Dos días, dos facetas.