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C: Si eres Stephan definitivamente no tienes oportunidad de ser mi amigo.

H: De que hablas? Ese es el tipo más idiota que ví en mi vida. Su nombre es un insulto para mí.

Clarke no pudo ver si H le siguió escribiendo ya que no sintió el teléfono en sus manos.

— Uh, perdona amiga —Se reía Patrice, la capitana de las porristas, mientras caminaba con sus esclavas.

La ira subió por sus poros y no pudo contenerse más. Había sido demasiado bullying que se habia acumulado en tanto tiempo.

Caminó hacia Patrice y tiró de sus cabellos. La chica se sobresaltó y después gritó. La gente comenzó a acumularse a sus costados, gritaban.

— ¡Gorda inútil! — Gritaba Patrice al ver que Clarke había logrado quitarle sus caras extensiones.

Clarke sonrió — No hay de qué.

Patrice tomó aire y la cacheteó.

— Lesbiana acosadora, vete a la mismísima mierda —Le gritó.

Entonces, ya cansada de tanto maltrato y al ver que las demás personas de sus alrededores solo se reían, decidió dar su puño en la cara de Patrice. Ésta gritó horrorizada.

— ¡Clarke! ¿Qué se supone que haces? —Gritó Brenda y se interpuso entre ella y Patrice— ¡Déjala en paz!

Sonrió — ¿Ah, qué? ¿La defiendes?

— Si, porque ella es mi mejor amiga — Le echó en cara, haciendo que los ojos de Clarke se llenaran de lágrimas— No llores, bola de grasa, tendrás que superarlo.

— No tienes amigos —Rió Patrice a sus espaldas— ¡La gorda retrasada no tiene amigos!

Todo el instituto hizo un silencio y luego comenzaron a reírse.

Los ojos de Clarke se llenaron de lágrimas una vez más, haciendo que todo se tornara borroso. Vio cómo Stefan abrazaba a su novia y le estampaba un beso. Sintió ganas de morir... Y de volver a herirse a sí misma.

Entonces, antes de que tuviera tiempo siquiera de derramar una lágrima, sus ropas se mojaron y abrió la boca buscando aire.

Sorprendida se quedó al ver que todos a su alrededor estaban igual: alguien había activado la alarma contra incendios.

Hubo gritos, caídas y empujones, pero Clarke no se movió.

Solo miró al cielo y balbuceó "Gracias, H" con una sonrisa imborrable en el rostro.

Suicide-BoyDonde viven las historias. Descúbrelo ahora