Gwendolyn 》Levi Ackerman.

Capítulo 3 - Propuesta.

Me desperté en la mañana siguiente sin haber recibido ninguna visita, y esperé varías horas más allí sentanda en mí supuestamente habitación hasta que llego el capitán Levi acompañado por un tipo alto y rubio, y una mujer también alta y castaña, con gafas, la misma que me había olido aquella vez.

— ¿Eres tu esa chica que apereció de la nada y la que el enano secuestro?
—Preguntó esa última, curiosamente muy emocionada.

Asentí con longitud, dando una mirada temerosa al grupo que estaba de pie frente a mí.

— ¡Increíble! ¿Cómo haz sobrevivido allí a fuera? ¿Tienes alguna clase de poder titán? —Volvió a preguntar.

—Y-yo...

—Te he dicho que no la incomodes, cuatro ojos —Me interrumpió el enano gruñón —O bueno ella dice no decordar nada —Hablo ahora poniéndome en duda.

Esta situación ya no me gustaba para nada.

— ¿Cómo sabemos que ella no es un titán hembra? —Preguntó el tipo alto y rubio.

Los observé a los tres, sin palabras para defenderme de las acusaciones, tanto implícitas como explícitas que estaban dirigiendo contra a mí, agaché la cabeza, impotente, sabiendo que nada de lo que pudiera decir iba a ser creído.

—No tengo una explicación o pruebas para descartar completamente esa sospecha —Dije resignada.

Hubo unos momentos de silencio tras mí declaración. De alguna manera, había conseguido que mí voz no flaqueara al hablar, y esperar que esa seguridad en mí voz sirvierá de algo.

—Ella no es un titán hembra —Dijo al fin Levi, el enano. —Estuvo conmigo mucho tiempo a solas, pudo haberme hecho algo y no lo hizo —Me defendió.—Sin embargo me falto el respecto varias veces.

—También te lesionó el tobillo y sin hablar de tus moretones en la pierna —Se burlo la chica con gafas.

—Cállate, cuatro ojos —Le ordenó Levi.

—Una niñata sin talento alguno, en batallas de cuerpo a cuerpo no puede ganarme —Presumió arrogantemente orgulloso.

Eso crees... Idiota.

—¿Seguro? Si te gano en una pelea me dejarán salir de esta habitación, no más interrogatorios y me permitirán unirme a la legión de reconocimiento —Propongo.

¿Qué diablos haces?

Pude ver en el rostro de Levi una mueca, intento de sonrisa y un brillo en sus ojos. Se esta burlando de mí y puedo asegurar que de esto no saldrá nada bueno.

—Acepto, mocosa.

—La pelea será dentro de 4 horas, cada uno prepárese —Ordenó el rubio alto —Y tu Gwen en la habitación de Levi hay un uniforme para ti, si ganas podrás quedartelo —Me aclaró.

Levi aseguró con la mirada.

—Esto se pondrá bueno, Erwin —Sacudió al hombre la chica con gafas, la cual aun no se su nombre.

Me dejaron salir para prepararme.

Levi.

Esta maldita lesión de tobillo esta empezando a llevarme al límite de mí autocontrol. La cuatro ojos me mantenía alejado de toda lucha y entrenamiento, los unicos momentos donde de verdad me sentía bien conmigo mismo. Me sentía limitado, agobiado y sobre todo aburrido de la enorme cantidad papelo en la que me ocupaba día y noche.

Tsk.

Me encontraba en mí despacho, donde había pasado toda la mañana dedicado a la estúpida burocracia. El sol estaba ya en la sima del cielo, y la montaña de informe sobre mí escritorio, que fastidio, todavía me quedaban horas de encierro hasta terminarlos todos.