Beneficios

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El respaldo de la cama crujió suavemente al moverse sobre ella, opacando un gemido suave y ahogado contra una boca desesperada. Sus dedos recorrieron su cuerpo como finas y elegantes serpientes, sintiendo la piel tibia, y suave, apretando, deslizando sus uñas haciendo al cuerpo bajo suyo tensarse. Sonrió entre besos, deleitándose con las reacciones que le derretían el corazón, la cama volvió a crujir.

- Jeonghan....

Un suspiro, Jeonghan suspiró extasiado, disfrutando el juego, repartiendo besos por todo el rostro ardiente de Joshua bajo su cuerpo, temblando, respirando nervioso, dando pequeños saltos cuando lo tocaba de forma más íntima. Jeonghan mordió su labio, disfrutando cada segundo.

- ¿Quieres que pare? – preguntó riendo, sin dejar de acariciar sus caderas con ambas manos, haciendo círculos con sus dedos. Joshua frunció el ceño.

- No preguntes estupideces, Jeonghan – dijo mientras envolvía el rostro del otro con ambas manos, grandes y tibias, besando sus labios sin darle tiempo de responder, chocando bocas, dientes y lenguas en un beso desesperado y fogoso. Jeonghan rió contra su boca, sintiendo sus rodillas temblar.

- Hay que asegurarse, ¿O no? – le abrió las piernas ubicándose entre ellas, comenzando a frotarse sin vergüenza sobre su ropa, haciendo a Joshua jadear. Acercó su cuerpo con ambas manos en su trasero, apretándolo y haciendo a Jeonghan dar un salto asombrado, rostro sonrojándose, excitado.

Siguieron moviéndose, haciendo la cama crujir un par de veces en su desesperada danza por quién lograba llevar el mando. Se giraron una vez más, quedando Joshua sobre Jeonghan, y sin preguntar siquiera el chiquillo de ojos brillantes le quitó la camiseta de una vez, siendo ayudado por Jeonghan que levantó sus brazos sin dudarlo. Un beso, otro beso, Joshua bajó por su cuello dejando un camino húmedo de saliva en su piel sensible; Jeonghan rió excitado, sabiendo que aquello ponía nervioso a su amigo (¿Amigo? ¿En serio?). Tal y como esperaba, este reaccionó ante la risita nerviosa y succionó con fuerza la piel junto a su manzana de adán, haciéndole gemir fuerte y dándole un manotazo en la espalda casi por inercia.

- ¡Sin marcas! – se quejó sintiendo el sudor correr por su frente. Corrió su flequillo hacia atrás, nervioso, sintiendo los dedos de sus pies cosquillear mientras Joshua acariciaba con un dedo la zona marcada, riendo de vuelta.

- Creí que te gustaban los chistes – dijo sonriente y Jeonghan lo miró incrédulo, con el rostro rojo y las piernas temblorosas.

- Tengo un chiste mejor.

Sin esperar volvieron a cambiar posiciones, dejando a Joshua bajo su cuerpo otra vez. Besó su cuello con lentitud, tal y como sabía que le gustaba, deslizando su lengua y mordiendo suavemente, haciéndole temblar; con sus dedos comenzó a abrir su camisa para abrirse camino hacia abajo, besando sus hombros, sus clavículas, humedeciendo con su lengua, sonriendo sin remedio al mirar el rostro extasiado del otro.

- Mmm, Shua, tu corazón late rápido – sonrió apoyando su mejilla tibia en el pecho del otro, sintiendo sus latidos en su oído. Lentamente acarició su pecho con sus dedos, deslizándolos en forma de círculos, moviendo sus dedos suavemente por sobre sus pezones casi sin tocarlos, rozándolos con la yema de sus dedos. Sabía que a Joshua le gustaba eso.

- Por qué eres así, Jeonghan – dijo el otro, notoriamente avergonzado, echando la cabeza hacia atrás y levantando su pecho ante el contacto. Jeonghan sonrió.

- Mm, quién sabe – relamió sus labios y sin preguntar deslizó su lengua por su pecho, saboreando el sabor de su piel canela.

Joshua abrió sus ojos unos momentos para ver a Jeonghan hacer su trabajo, lamiendo y chupando su pecho sin delicadeza como sólo él podía, mirándolo de vuelta con esos ojos lascivos que lo enloquecían y que le hacían perder la compostura cada vez que cruzaban miradas donde fuera que estuviesen. Cada vez que Jeonghan succionaba con fuerza su piel sensible Joshua movía sus caderas hacia él, buscando contacto, temblando de pies a cabeza por la excitación. Tras dejar sus pezones más sensibles y húmedos, Jeonghan bajó por su piel regalando besos y caricias, sonriendo ante los espasmos de placer y cosquillas de Joshua.

Día de suerte [Jihancheol]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora