¿Termianamos? (Caleb)

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III

En mi nueva casa, había empezado a tener muchos amigos y amigas. Había cumplido seis años y solo faltaban dos meses para que cumpliera siete años. Un día, en la mañana, mi mamá se fue al aeropuerto. Y en la tarde, yo jugaba con otros amigos en el lodo que estaba en la calle. Un carro se estaciono enfrente de la casa. Era blanco y de el salió mi madre. Fui corriendo hacia ella, pues no la había visto desde la mañana, y la abrace. Un niño salio del otro lado del carro y hablo con un extraño acento yo no reconocí,

Al final, resulto que la señora era una amiga lejana de mi mamá que se iba a quedar aqui, en México, por algun tiempo. Eran de Peru, lo que explicaba el acento, su avion se habia adelantado por el mal tiempo que se suponia que iba a haber despues. Por eso, mi madre los invito a nuestra humilde morada.

Pfff. ¿Humilde? Cuando Caleb, el hijo de la amiga de mi mamá, salio del carro, juro que casi veo como se le salian los ojos de su cara. Y es que esa casa eran, en realidad, dos. El dueño origial habia comprado la casa de alado y las habia unido en una sola. Pero en fin, la mamá de Caleb y el se fueron tres semanas despues. Y solo eso basto para que Caleb y yo fueromos buenos amigos. De hecho, nos hicimos amigos muy facilmente. Eso es lo genial de ser chico, puedes estar hablando con un arbol, sin darte cueta, ¡y ya son mejores amigos!

El empezo a venir mas seguido, claro con su mamá, y no te que poco a poco ya no me miraba igual. Yo se que suena algo estupido que le sucediera a una niña de 6-7 años, pero ¿por que no? En fin, era apenas una niña y notaba como no me miraba igual que nuestras otras amigas. No-o.

Paso algo de tiempo y en mi fiesta de cumpleaños, Caleb me pidio ser su novia. Yo todavia no estaba familiarizada con la palabra. Novia. Sonaba tan extraño. Aun asi, yo le dije que si. A pesar de que no sabia que significa o algo asi. Me acostumbre a su acento, a su caompañia, a su falta de presencia. Y, la ventaja fue que tenia 7 años, no podia tener celos por que ni siquiera sabia la existencia de es palabra.

Paso un año, casi exacto, y Caleb volvio a Peru. Y yo no sabai que hacer. Digo, si el se hubiera quedado seguiriamos siendo "novios" y todo eso. Pero, ¿quien era yo para decirle que no se fuera si solo tenia siete? Y, desde ese dia en adelante, la pregunta sigue siendo: ¿terminamos?

Las 80 historias de amor que viví (pero que no duraron para siempre)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora