Vale la pena todo por ti

Capítulo (4)

Al siguiente día, la claridad se cuela por la ventana y ella despierta, huele algo rico, • ¿Mamá llegaría?• Se preguntó entre sueños. Se levantó, se lavó los dientes y bajó, no le pasaba ni siquiera por la cabeza que Cristian estaba en su casa, llego hasta la sala y se asomó a la cocina, vio a Cristian y se agacho para que no la viera... “•Vaya,      ¿Cómo lo olvidé?•”, “•Se supone que yo debería de haber cocinado•”, “•Qué vergüenza•”... Se levantó y entro a la cocina.

Él la observa, estaba toda despeinada y aún estaba con el pijama, le parecía tierna así como estaba.

•Buenos días Nicol, ¿Dormiste bien?•

•No sabía que sabias cocinar•

•Yo también dormí bien, si, si se, casi estoy siempre solo en casa, cuando hay gente, es porque las señoras de la limpieza vienen tres veces a la semana para hacer limpieza de toda la casa y me tocó aprender a cocinar•

•Entiendo, debería de ser yo la que cocine•

•No te preocupes, este es mi pago por el favor que me hiciste de ver dejado quedarme aquí, iba a despertarte pero te veías muy bonita dormida y me dio cosita•

•¿Bonita?... ¿Entraste a mi habitación?... ¿Por qué?, Eres un...•

•Jajaja, solo quería ver si ya te habías levantado o no•

•Eres un abusador•

El rompió en carcajadas, terminó de hacer el desayuno y sirvió, llevo los dos platos a la mesa del comedor, la miró y dijo…

•Ven a desayunar•

•Okey• dijo ella sentándose, él ya lo había hecho.

•Sabes Nicol, anoche no pude dejar de pensar en todo lo que pasó•

•¿Qué pasó?•

•No te hagas Nicol•

•Todo eso no debió pasar Cristian•

•¿Por qué dices eso?•

•Solo olvídalo•

Terminaron de desayunar en silencio, ella agarro los dos platos, los lavo y se dirigió a la sala donde estaba Cristian.

•Me iré a bañar y a cambiarme, si quieres bañarte también, hazlo en el baño del pasillo•

•Está bien, gracias•

•No es nada•

Ella subió, él quedo de pies hasta que se marchó, estaba tan seria, “¿Por qué?”, se preguntaba él.

Ella terminó de vestirse y tomó una camiseta y un pantalón que pensaba dársela a su hermano pero nunca se lo dio, salió de su habitación y tocó la puerta de la habitación donde se había quedado Cristian, él la abrió y ella quedo con los ojos como plato, él estaba sin camisa.

•Toma, colócate esta ropa• Le dice ella mirando al suelo.

•¿De quién es?•

•De nadie, yo se la iba a regalar a Nicolás, pero nunca se la di•

•Nicol no hace falta•

•Póntela, si voy hacer un favor, lo voy hacer completo• Dice colocando la ropa en el pecho de este, aun sin mirarlo, él la agarra y ella se va.

Ella lo esperó en la sala mientras se cambiaba, cuando salió el pregunto...

•Nicol, ¿Que vas hacer horita?•

•Iré a casa de la señora Nicol•

•Que bien, vamos juntos•

•Bueno•