Instinto o Amor?

Capítulo 11

Nota Importante

Este capítulo tiene contenido no apto para menores de 18 años. Leer bajo su propia responsabilidad.
😐

Victor lo empujó y retrocedió.

Yuuri lo miró asombrado 

"-No quiere abrazarme? Acaso después de la discusión ya no me desea? Pero dijo que me ama-"

-Es... Estas bien?-

-Si, me sorprendiste-

Se notaba que Victor estaba desesperado. Acortó un poco la distancia hasta el alfa y habló suavemente.

-Victor estoy asustado, no quiero que lo que nos una sea el instinto-

Lo miró con ternura acariciando su mejilla.

-Realmente estoy loco por ti-

-Eso quiere decir que quieres hacerme tuyo ¿no?- sonrió con malicia, lo estaba invitando a acercarse, esperaba que su compañero captara el mensaje.

-Entonces es mejor que tomé lo que me corresponde?- 

Victor se acercó, su mirada estaba cargada de deseo, lo sostuvo por la cintura y depositó sobre sus labios el más dulce los besos.

Lo abrazo y con voz muy suave susurró al oído del alfa

-Ese fue mi primer beso- 

Se estremeció al sentir que Victor gemía y lo apretaba contra su cuerpo, mordisqueando el lóbulo de su oreja comenzó a bajar por su cuello dejando un ardiente camino de húmedos besos.

Yuuri abrió los ojos, Victor lo estaba apartando suavemente.

-Ven- dijo mientras lo guiaba a la cama.

Estuvo a punto de desmayarse cuando el Alfa se quitó la camisa dejando su pecho al desnudo, éste lo tomo por la barbilla y levantó su rostro, presiono sus labios contra los suyos y los acarició con su lengua, tímidamente Yuuri abrió su boca para recibirlo. 

Sus piernas se aflojaron y se dejó caer suavemente sobre la cama mientras continuaba con besos cada vez más profundo y con más pasión. 

Victor buscó su cuello de nuevo y lo comenzó a lamer mientras le quitaba  la ropa, una vez lo libero de los pantalones se detuvo a observarlo.

-Eres hermoso- 

Tembló al ver que lo miraba como si lo quisiera devorar, rápidamente bajó besando todo su pecho hasta llegar a los pezones donde se deleitó lamiendo y mordisqueando.

-Se siente bien?- preguntó con un voz ronca por el deseo.

-S-sí...- su voz salía en jadeos.

-Haré que te sientas mejor- 

Victor comenzó a masajear su miembro mientras buscaba su entrada, sintiendo la humedad deslizó un dedo dentro muy suavemente.

Yuuri gemía con desesperación, lo abrazó y presionó su cadera contra su compañero curvando su espalda. Esto enloqueció al alfa.

-Lo siento no puedo esperar-volvió a besarlo enloquecido y lo penetró suavemente.

Yuuri sintió que cuerpo ardía, lo abrazó y abriendo aun mas las piernas lo invito entrar por completo.

-Estas bien? Te duele?- preguntó.

-Se siente raro....- se sentía avergonzado -Pero me gusta!- lo atrajo para besarlo.

-Voy a moverme- 

Comenzó con un suave vaivén que fue acelerando en forma frenética a la par de los gemidos de su compañero, lo estaba enloqueciendo. 

-Tan estrecho- musitó -Oh! Amor... Yuuri...Yuuri...-

Yuuri sentía el calor derramándose en su interior, dolía un poco pero el placer era tan grande que no importaba. Quería tenerlo más profundo, sujetó las caderas Victor y las atrajo enterrando sus uñas, el alfa lo entendió a la perfección y embistió con mas fuerza.

-Ahí, justo ahí- ordenó, su pareja se movía obedeciendo, los latidos de su corazón ocupaban sus oídos, su cabeza caía en un remolino, era incapaz de pensar.

Victor sintió que ese era el momento, ya no soportaba. Volteó al omega quedando sobre su espalda, mientras apuraba sus movimientos de forma frenética acarició su nuca para después lamer el lugar destinado a su marca, al escuchar al omega gruñir, enterró los colmillos en la apetecible piel, llegaron juntos al orgasmo, y anudó dentro de su amado provocando espasmos de dolor y placer en ambos.

-Eres mío- gruñó entre dientes, sin abrir la boca aún.

-Sí- gimió Yuuri, que seguía sintiendo las oleadas de placer...

........................

"-Qué hora es?-" 

Las cortinas permanecían cerradas. Se estiró para llegar a sus lentes, algo pesado oprimía su pecho. Escuchó un suave ronquido, volteó y se encontró con el rostro tranquilo de su Alfa, de pronto todo lo ocurrido en aquella habitación llegó a su mente y se ruborizó.  

Levanto el brazo que lo aprisionaba y lo acomodo suavemente sobre la cama, intentaba levantarse cuando Victor lo abrazó atrayendoló hacia él, su cadera dolió.

-Por qué huyes?- susurró entre sus cabellos.

-Buenos días- lo saludo -No pensaba huir- 

Victor lamió su nuca sobre el lugar donde estaba la marca, haciendo que la recordara, estiró su mano para sentirla, un escalofrío recorrió su columna.

-Como te sientes?-

-Me duele horriblemente la cadera, pero estoy bien. Estuviste maravilloso- 

Voltear fue lo más trabajoso, valió la pena al ver el rostro de su Alfa sonrojado. Depósito un dulce beso sobre sus labios.

-Ayúdame a llegar al baño-

-Y yo que pensé que me libraría de tus ordenes- 

Victor sonreía mientras se ponía los pantalones y lo ayudaba a ponerse de pie.

-Ya deberías estar acostumbrado...Con esto puedo solo- 

Yuuri lo empujó para cerrar la puerta del sanitario.

-Llámame si me necesitas, iré a preparar algo para comer- 

.....................

Tarareaba mientras preparaba el café y tostaba algunas rebanadas de pan. Estaba más que feliz, había pasado los últimos dos días abrazando a su omega. Nunca imaginó que ese pequeño rebelde podría ser tan fogoso, al recordar comenzó a excitarse de nuevo.

-Contrólate Victor, esto recién comienza. Tenemos mucho tiempo para estar juntos- hablaba consigo mismo y sonreía.

-Sí mejor contrólate o van a llenarse de cachorros- 

Yurio lo miraba apoyando los codos sobre la barra, vestía solo una camisa, se giro para evitar verlo.

-Qué pasa contigo? Ve a vestirte- 

-Yurio, mi vaso con agua- Otabek lo llamaba desde la habitación -Y deja de molestar al recién casado-

Victor quedó asombrado.

-Es una broma? Otabek y tú? Pero desde cuando?

-Nos reconocimos aquel día, pero decidimos esperar hasta que Yuuri estuviera mejor para anunciarlo-

-Yurio!!!-  

-Ya voy, deja de darme ordenes o voy a golpearte-  

Se encaminó a la habitación llevando un vaso y una jarra con agua. Al parecer era tan rebelde como su Yuuri.

-Mi Yuuri- que bien se siente decirlo.