Capitulo 4

31 4 1
                                    

El fuerte sonido de una trompeta saliendo de unos altavoces hizo que me despertara de repente. Me levanté exaltada por el ruido, generando que mi cabeza se golpeara con la cama de arriba.

-Que linda forma de empezar el día- pensé sarcasticamente, realizando con mi mano masajes en la zona del golpe.

Luego de eso, recordé que en la pelicula también se levantaban por el sonido de una trompeta y sonreí involuntariamente por la coincidencia.

La cabaña era completamente de madera, contaba con dos camas, estilo marineras y algunos estantes también de madera, el techo era bastante alto y contaba con una lámpara vieja. En una de las paredes había una ventana que regalaba una hermosa vista al lago, mientras que en la otra había una puerta color rojo opaco que daba a un baño.

Me acosté sobre mi cama nuevamente estirando mis articulaciones y haciendo sonar algunas. Agarré mi celular que estaba debajo de mi cama y me fijé la hora. ¡¿Nueve de la mañana?! Abrí los ojos sorprendida, eso quería decir que solamente dormí cuatro horas. Un fuerte bostezo salio de mi boca instantáneamente. Volví a mirar el celular, seguía sin tener ningún llamado o mensaje de mi madre y la pantalla indicaba que tampoco tenía señal.

Me paré de mala gana, dejé el celular sobre uno de los estantes y agarré el uniforme azul y blanco que se encontraba en la cama de enfrente.

El pantalón azul me quedaba grande y era suelto a diferencia de los pantalones ajustados que me gustaban usar. Más tarde lo arreglaría a mi medida utilizando mis habilidades de costura, las había aprendido en las clases de corte confección que mi madre me había obligado a asistir.

La remera blanca era de mi talle, tenía el cuello redondo de color azul y el nombre "Campamento Sol" sobre el costado derecho de mi pecho, también del mismo color.
Los zapatos eran a elección asi que opté por unas zapatillas de lona que encontré en mi valija.

Entré al baño y empecé a peinar mi pelo mientras notaba mis feas ojeras debajo de mis ojos. Me apliqué inutilmente un poco de rimel intentando disimular mi falta de sueño.

Comencé a cepillar mis dientes cuando unos golpes en la puerta captaron mi atención. Supuse que era Wilson para informarme que la actividad grupal empezaría pronto o presentándome a mis nuevos compañeros de cabaña. Me acerqué hacia allá y la abrí sin preguntar.

Me sorprendí al ver que del otro lado se encontraba Jack, venía con el mismo uniforme que yo, salvo que a él le quedaba descomunalmente bien, tenía violeta al rededor de su ojo derecho, su pelo estaba despeinado y una sonrisa reposaba sobre su boca, al verme rió un poco.

-Papá Noel vino temprano este año- dijo soltando una sonora carcajada.

Después de ese comentario reaccioné, me había olvidado por completo que tenía el cepillo de dientes en mi boca y un monton de espuma blanca a mi alrededor. Salí corriendo con mi cara más roja que un tomate.

Cerré la puerta del baño detrás de mí y me enjuague rápidamente. Empecé a reir nerviosamente y con mi mano intente arreglarme un poco más el pelo.

-Listo - dije saliendo del baño con una sonrisa nerviosa. Jack estaba acostado sobre mi cama, al verme rió un poco.

- Yo quería mi regalo - dijo haciendo puchero - en fin, quería saber como te encontrabas después del golpe de ayer. - preguntó en su misma posición, yo me senté en la cama de en frente ya que tenerlo muy cerca me ponía nerviosa. Mis manos transpiraban, comenzaba a agitarme moviendo una de mis piernas sin parar y esquivando su mirada constantemente. La distancia ahora era correcta.

- A-ahora bien, so-solo me han puesto una venda en el estomago- dije mirando un punto fijo que no sean sus ojos.
No se lo que me sucedía, estaba hablando demasiado nerviosa de lo que en realidad estaba. Yo no era así, pero en estos últimos días la timidez y los nervios me habían consumido por completo. Debía respirar y calmarme.
Nunca pasaría nada con Jack, él seguro tenía novia o le interesaban otro tipo de chicas, lo único que podía intentar era ser su amiga y sabía que no lo iba a conseguir si seguía comportándome de esta manera.

¿Dónde está mi Gemela?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora