Adentros Cap.2

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La segunda semana había acabado y la tercera estaba por comenzar. Los días pasaban y Virgo era otra persona. La tranquilidad, la perfección con la que realizaba cualquier acto cotidiano y su silencio hipnotizante estaba preocupando a la casa. 

De vez en cuando sonreía cálidamente, para no levantar sospechas. Pero no miraba a nadie a los ojos.

-La cena está lista- Decía Virgo mientras apoyaba delicadamente la fuente de cerámica sobre la mesa.

-Wou se ve muy delicioso- Exclamó Cancer atacando una de las papas con el tenedor.

- sh sh, tienes que esperar a que Virgo se sirva primero, es su cena- Dijo Tauro reprendiendo la mano de Cancer.

- Esta bien pueden servirse ustedes primero, yo no tengo mucha hambre- contestó Virgo.

Escorpio miró de reojo, Capricornio tenía el ceño fruncido. Virgo era posiblemente el signo más pequeño de la casa seguido de piscis, siempre había sido una persona menuda, pero últimamente su delgadez era más notable. La ropa le quedaba más suelta y las clavículas le sobresalían más de lo normal.

- Si no comes ya no te quedara ni culo para sentarte- Dijo Aries y Leo estalló en risas.

- ¿Dios mío no podes ser más bruto?- dijo libra.

- Aries tiene razón, así nunca tendrás el culo de Piscis, el mejor de la casa- Agregó Acuario.

- Te voy a matar infeliz- contestó Escorpio levantándose de su asiento. –Mi amor, por favor basta- Decía Piscis tratando de sentar nuevamente a Escorpio.

- Bueno bueno basta ya, dejen a la preciosa geisha, si no quiere comer que haga lo que quiera- exlcamó sagitario dedicándole una pícara sonrisa a Virgo y este se crispó.

- Una vez alguien me dijo que la comida ayuda al cerebro a pensar y, al corazón. Pansa llena corazón contento- Dijo Piscis con una dulce sonrisa.

Virgo miró a Piscis y su semblante revelaba la brutalidad con la que imaginaba asesinarle. 

Virgo le devolvió otra dulce sonrisa. –Es que tengo demasiado sueño, me quede leyendo toda la noche- Decía con un tono muy diplomático –Sépanme disculpar. Buen provecho a todos.

Virgo sonrió una última vez y se retiró de la mesa. Los signos se dedicaron a disfrutar del banquete y luego de una pequeña disputa entre quien sacaría los trastes restantes ya todos se habían ido a sus respectivas habitaciones a descansar.

Eran las dos de la mañana, el viento se levantaba y las ventanas chiflaban. Virgo había bajado silenciosamente hacia la cocina a buscar algo para comer, su estómago gruñía violentamente y se sentía un poco débil, ansiaba comer algo con desesperación.

Abrió la puerta de la heladera y agarró lo primero que vio. Era un pedazo de chocolate, mordió un poco, lo masticó y se lo tragó, mordió el segundo bocado, recordó porque se había propuesto aquella meta, se acercó rápido al cesto de basura y escupió aquel bocado y junto a él tiró el chocolate. Se sentía infinitamente culpable, pero aún tenía mucha hambre y con las pocas energías que le quedaban calentó agua y se preparó un té. Apagó la luz de la cocina y subió las escaleras para volver a su cuarto. Estaba oscuro, Virgo arrastraba los pies para así no despertar a nadie, un rechino de madera se escuchó y Virgo con un poco de miedo se giró deseando que fuera un fantasma y no Escorpio o peor aún, Piscis.

- ¿Qué haces por acá a estas horas? Dijo alguien en la oscuridad jalando de su brazo.

Virgo gimió, aquella persona le volteó con fuerza y su brazo le dolía, pudo ver que se trataba de Capricornio.

- Nada yo...-

- Sabes que a mí no me podes esconder nada, sabes que tu tranquilidad no es más que una bomba del tiempo y es cuestión de el a que explotes. A mí no me podes engañar, así que es mejor que te aclares y no hagas nada raro. ¿Entendiste?- Dijo serio Capricornio.

Capricornio soltó el brazo de Virgo –Vamos andá a dormir- dijo palmando su espalda y se dirigió a su cuarto.

Virgo iba en dirección contraria hacía su habitación, tenía miedo de que Capricornio se enterara de aquello. De pronto sintió que alguien le había agarrado de los hombros y le había estampado contra la pared, Sagitario había acorralado a Virgo.

- ¿Como estas princesa? ¿Capricornio te estaba molestando?

- Solo me estaba diciendo algo- decía Virgo intentando zafarse.

- No te preocupes por él, siempre anda mandoneando a todos. No tenes que dejar que alguien así te haga menos.

Sagitario se pegaba cada vez más a Virgo. –Tenes que ser libre, ser vos y tomar tus propias decisiones ¿sabes bebé?- Decía este mientras acariciaba el rostro de Virgo. Virgo había enrojecido completamente, la escénica de Sagitario nublaban por completo su mente. Nadie le había hablado o tocado así.

Sagitario insistía en mirarle a los ojos, pero Virgo despegó con nerviosismo la mirada. Estaba a punto de irse pero Sagitario le agarró de la cintura y le beso. Sagitario puso una sonrisa burlona y Virgo moría de vergüenza, pudo soltarse y se dirigió con prisa hacia su cuarto.

Esa noche Virgo hizo un gran esfuerzo por dormirse pero aquello le había sorprendido demasiado, no dejaba de dar vueltas en la cama. Pensaba sobre escorpio y sobre piscis, pero también estaba capricornio y ahora su primer beso robado. No sabía bien cuáles eran las intenciones que tendría Sagitario diciéndole todo aquello.

Al día siguiente Virgo tenía unas crudas marcas oscuras debajo de sus ojos. Géminis quien se encontraba al lado de sagitario se burló de sus ojeras, Virgo vio a Sagitario y ruborizó, este hizo caso omiso y siguió texteando en su teléfono.

Virgo comenzó a observar más a Sagitario, había algo en el que le atraía, pero no sabía con certeza "que". El día transcurrió, Virgo intentaba acercarse un poco más pero parecía que Sagitario no estaba interesado.

Al final del día todas las preguntas que había hecho Virgo a Sagitario para saber más de él fueron esquivadas con sarcasmo, Virgo no sabía que había hecho mal, se desesperaba al pensar que quizás nadie le quisiera nunca.

Aquel día Virgo se había salteado el almuerzo, se excusó diciendo que había dormido muy mal, cosa que era cierta.


- Cuanto te apuesto a que va a aceptar dormir con migo- Decía Sagitario a Acuario.

- Es senil, dudo que se pueda poner caliente.

- Acuario Acuario, nadie puede resistirse a mis encantos.

- Ya vamos a verlo- Respondió Acuario dándole la última pitada a su cigarro.

VirgoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora