Sólo tengo una cosa para decir: ¡Perdonen la tardanza!
Ahora sí, disfruten el capítulo.
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No sabía exactamente qué había ocurrido, todo se tornó tan confuso, no entendía si había llorado o si continuaron la discusión. Sólo sabía que ahora estaba sentado en la bañera, con agua tibia y acogedora, un poco de espuma también. Slash arrodilló en el suelo, a su lado. La situación no podía ser más vergonzosa...
Hizo una mueca de dolor cuando el moreno limpiaba la sangre seca y pegada a la piel bajo su nariz, también cuando pasaba sobre sus cortes abiertos y le hacía arder. El mejor momento fue cuando lavó su cabello, Axl cerró los ojos y sintió cómo aquellas cálidas y fuertes manos masajeaban su cabeza, acariciaban su pelo, y rozaban levemente su cuello. El tacto de su piel con la suya era increíble, imposible de describir.
-Te cortaste el cabello. -Comentó Slash, haciéndole espuma en la cabeza con el shampoo-
-Sí.
-Creí que te gustaba tenerlo tan largo.
Bueno, la verdad es que no estaba tan corto, llegaba a sus hombros, pero se notaba la diferencia.
-Sí, bueno, estaba enfadado y había una tijera cerca.
-Oh.
Le enjuagó el cabello y siguió con el resto de su cuerpo, trazó su espalda, sus brazos, su pecho, sus piernas. Al llegar a sus pies Axl no pudo evitar reír, le daba cosquillas. Obviamente él tuvo que lavar sus partes bajas, porque Slash no iba a meter la mano ahí. Pero fue muy satisfactorio cuando acarició su cuello, tanto que creía que había suspirado de gusto.
El baño terminó y su guitarrista lo ayudó a salir de la tina, ya que seguía algo mareado. Tomó una toalla entre sus atractivas manos, Axl no pudo ayudar en no desear que estén otra vez en su cuerpo, tocándolo, explorándolo. Se miraron por unos segundos.
-¿Puedes secarte? -Preguntó, la verdad era que seguía sintiéndose fatal y también que quería que Slash lo haga, pero asintió tímidamente tomando la toalla- Genial, iré a buscarte ropa limpia.
Dicho esto salió del cuarto de baño, cielos, el amor de su vida acababa de verlo desnudo y estaba actuando tan lindo con él... ¿Sería malo aprovecharse de la situación? Después de todo era cierto que no se encontraba bien, y también Slash iba a casarse pronto así que no era algo malo. Dicen que no hay que hacer pasar una oportunidad.
Cuando el moreno volvió a entrar se encontró con Axl sentado en el suelo al lado del inodoro, tenía la toalla rodeando su cintura y no parecía que se encontraba bien. No era algo fingido, realmente quería vomitar. Hizo arcadas, deseando que su estómago se vacíe para que el malestar se vaya, pero nada salió de su boca. Slash corrió hacia él y sujetó su cabello mientras acariciaba su espalda suavemente, luego de un rato sin que nada saliera, finalmente pudo vomitar, como era de esperarse sólo salió bilis, y algo de sangre, pero al menos su estómago ya no dolía.
Slash lo ayudó a vestirse ya que se sentía más débil que antes, y luego lo llevó a su cuarto, para recostarlo en la cama suavemente y con cuidado.
-¿Pasó un tornado por tu casa? -Bromeó a lo que Axl sonrió vagamente- ¿Qué te pasó en las manos? -Preguntó, anteriormente había notado que sus nudillos estaban ensangrentados, y ahora era el momento de hablar-
-Le pegué a la pared.
-¿Tu nariz?
-Cocaína.
