Epílogo

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— ¿¡Qué esperas, Sabiduría!? ¡Apurate con este moño! colocó ambas manos en su cabeza, sacudiendola en un desquite de nerviosismo.Tengo que llegar ya a la iglesia. ¡Pero ya!


— ¡Te callas o te rompo la cara, maldita sea! — hizo los últimos arreglos, dando un pequeño golpe en su hombro y alejándose de él. — Eres el novio más feo que he visto, Vida.

— Oh por favor, cállate y vete a la iglesia. Mi hombre me espera.

Y por fin el día anhelado llegó. Las flores, mozos, bocadillos, los invitados y el padre ya estaban preparados. Solo faltaba los novios.

Leo se encontraba terminando de arreglar su peinado, sus manos temblaban y la frente le sudaba.

Estaba nervioso.

Terminado todo, salió de aquella habitación donde la gran mayoria de novios se arreglaban, caminando a paso apresurado hacia la Iglesia, donde los demás amigos/dioses y familiares de su pareja lo esperaban a él y a Des.

Llegó por la puerta al lado del balcón donde daría sus votos, parándose al lado derecho y manteniendo la postura recta, se dispuso a esperar a Des.

Vid. . . Digo, Leo, ¿Invitaste a Ithis?

Sabiduría se encontraba al lado del novio como padrino del conpromiso. Susurró cerca del oído al chico, mirándolo curioso y preocupado a la vez.

No, y ni se atreva a venir a mi gran día.

Se cruzó de brazos, mirando hacia la puerta donde vendría el dichoso « Mata corazones » de París.

La música típica de las bodas empezo a sonar, haciendo que los presentes se colocaran de pie.

Sentía el piso temblar bajo su cuerpo  la mirada se le perdía y un notorio rubor tomó sus mejillas de manera brusca. Observó las puertas abrirse, mostrando a un Des vestido de blanco.

Pantalón, camisa y saco color blanco, mientras un moño de color negro adordaba su cuello. Su cabello bien ordenado y peinado brillaba, mientras su hermosa sonrisa adornaba su palido rostro.

Caminó a paso lento hacia el altar, donde Leo lo esperaba con una sonrisa boba. Se paró al lado de él, entrelazando sus dedos con las de Leo quien lo acercaba de a pocos hacia él.

Queridos hermanos, el día de hoy estamos reunidos para. . .

— Padre, ¿Nos podemos saltar a lo común? Digo, creo que es mejor.

Des soltó una risita burlesca, negando con la cabeza levemente. Miró al padre, encogiendose de hombros y haciendo un gesto de que siga la ceremonia. El padre solo rió levemente, siguiendo la ceremonia.

Tú, Leo Spindler ¿Quieres aceptar de esposo a Des Aeva?  Y prometes serle fiel, tanto en la prosperidad como en la adversidad. En la salud como en la enfermedad, amándolo y respetándolo durante toda su vida?

— Sí, acepto.

— ¿Y tú, Des Aeva? ¿Quieres aceptar de esposo a Leo Sprindler? Y pormetes serle fiel, tanto en la prosperidad como en la adversidad. En la salud como en la enfermedad, amándolo y respetándolo durante toda su vida?

— Sí, acepto.

—  El señor confirme el consentimiento que habéis manifestado. Ahora, puede besar al novio.

Y ambos juntaron sus labios en un tierno y anhelado beso, mientras se colocaban los anillos torpemente. Los aplausos no se hicieron esperar, seguido de los gritos de felicidad por parte de los dioses más cercanos a Leo.

Ambos se separaron, volviendo a juntar sus manos y caminar hacia la.salida con una sonrisa, en dirección a la recepción.

| | En la recepción | |

— ¡Que vivan los novios, compadres! ¡Wuuuuu!

Locura elevó su copa al aire, escuchando un ¡Viva! por parte de los demás y cada uno tomar a fondo la cerveza.

Leo y Des se encontraban bailando en el medio de la pista, estaban en la cafetería y las mesas y sillas estaban en el depósito.

— Leo, prométeme que jamás me mentirías.

Musitó contra el pecho del mayor, esperando una respuesta.
Leo sintió su mundo paralizar, deteniendo su cuerpo por unos segundos, y luego volver al compaz de la música lenta.

— Te lo prometo, Des… Jamás te mentiría.

Sonrió lo mejor que podia, plantando un beso en sus labios y alejándose en dirección al baño.
Entró, cerró la puerta con llave detrás de él y dejó escapar un grito. Se acercó al lava-manos, mirandose al espejo con rabia y asco.

— Perdóname Des, Perdóname…

Gruñó, aferrando sus manos a su cabello, jalándolo y maldiciendo en voz baja.

Una de las cosas que mas odiaba era mentir, odiaba a las personas que mentían, y se odiaba a sí mismo por eso. Por mentirle a su Ángel.

Sintió una mano en su hombro, mirando hacia el lugar y encontrandose con la persona que menos deseaba: Ithis.

Sintió un dolor indescriptible en su espalda baja, subiendo hasta su cuello y apoderandose de su cabeza. Un grito de dolor salió de su boca, haciéndolo retorcerce por el dolor.

— Lo lamento tanto… pero has roto las reglas, y mereces el castigo.

Y de allí, todo se volvió negro.

——————

Con hoy ya son 5 semanas sin Des.
No sé cómo he podido sorportar durante estos días.
¿Cómo sucedió?
El día de mi boda, Ithis me quitó mi lugar como dios, también borro los recuerdos de los demás dioses conmigo, al igual que me desapareció se la memoria de Des.

Era el único que recordaba todo.

Era el único que sufría.

Volví a la cafetería días después de la boda, todo era normal, como si jamás hubiera sucedido algo. Me hice su amigo, tratando de volver a retomar la relación, pero me fue imposible.

Hace 4 días me enteré de su relación con el jefe de una línea de ropa varonil.

En ese tiempo no dejé la idea de poder volver con mi ángel, aunque ya no era nadie en su vida.

Actualmente soy jefe de una empresa turística, mantengo un estatus alto y mi relación con Des es solo de amigos.

Él era la luz que necesitaba.

Él era aquella inspiración para poder seguir.

Él era aquel ángel que necesitaba para salir de mi soledad.

— ☆ —

Ángel 『 A Matter of Life and Death 』Donde viven las historias. Descúbrelo ahora