Desperté nuevamente sudado, con la respiración agitada, había vuelto a soñar con aquella mujer de cabello castaño, ojos marrones y boca pequeña... ya van tres noches consecutivas, no sé quién es, ni siquiera recuerdo a verla visto antes, solo sé que es hermosa y que me tiene como un tonto pensando en ella día y noche...
Las horas corrían y yo seguía dando vueltas en la cama, ya estaba amaneciendo así que mire mi despertador y marcaba las 06:18 a.m.
Me levante de la cama, me di un baño, me cambie y fui a donde Carlos, mi hermano, iba a desayunar con el y con su esposa Bianca, faltaban 10 a las 08:00 a.m. así que tome las llaves de mi Porsche carrera color plata, tome mi teléfono y salí de mi casa.
Iba manejando con la imagen de aquella mujer en mi mente cuando de la nada choque contra un muro en obra negra, mi cofre quedo desecho, para acabarla de joder había chocado en una de las colonias más pobres y corrientes de la Ciudad de México, algún imbécil llamo a una grúa, que no demoró más de quince minutos en llegar, como era de esperarse se llevaron mi coche y me dieron una multa por $3,000 pesos.
Estaba cabreado pero de nada me servía estar así y menos en un lugar tan corriente donde toda la gente que pasaba se me quedaba mirando como esperando una respuesta... -¡¿No tienen nada mejor que hacer?!- después de decir aquello la gente siguió con sus rutinas mundanas, tome un taxi y le di la dirección a la cual deseaba llegar. El sujeto no sabía ni donde se encontraba el lugar así que todo el camino lo tuve que guiar, mire mi teléfono, genial, son las 11:00 a.m. llegare tarde...
Una vez en el lugar le pague al señor con un billete de $500 pesos, resulta que no tenía cambio porque acababa de empezar... más jodido no me puedo encontrar en este momento. -Tome el billete- sin pensarlo dos veces lo tomó, me baje del taxi y este arranco.
Carlos: Llegas tarde (se encontraba en la entrada de su casa con los brazos cruzados sobre su pecho) Nosotros ya acabamos de desayunar y tu apenas te apareces (dice con un tono molesto e irritado).
Eduardo: Deja de joderme, si llegue tarde fue porque choque y tuve que pagar una multa de $3,000 pesos, y no solo eso, tuve que venir en un taxi el cual no tenía cambio.
Carlos: Espera, ¿chocaste? ¿De cuánto dices que fue la multa? (su tono era divertido, tal parece que le cae en gracia, claro, como el no choco...)
Eduardo: Sí, $3,000 pesos, ¿por qué te cae en gracia? (fruncí el seño).
Carlos: Bueno, se me hace mucho para tan poco... pero ya sabes como son en este país, (suelta una pequeña carcajada) vamos, nos están esperando.
Eduardo: ¿Están? (fruncí el seño aún más).
Carlos: Bianca invitó a Marlene, ¿no te dije? (era evidente que no).
Eduardo: No, no lo hiciste, (inhale profundamente).
Carlos: ¿Por qué te molesta? Es tu prometida.
Eduardo: Ni me lo recuerdes, ¿de cuándo acá tenemos que darle gusto al viejo? Marlene ni siquiera me agrada.
Carlos: Darle gusto fue la condición que puso cuando nos heredó la empresa. Eduardo, interesa muy poco si la mujer te agrada o no, sabes bien que su padre es uno de los socios más importantes del viejo, imagina la cantidad de dinero que su empresa y la de nosotros producirán juntas...
Eduardo: Si el dinero es lo único que te interesa, entonces ¿por qué te casaste con Bianca y no con Marcela?
Carlos: Marcela no interesa... estamos hablando de ti y de Marlene.
Eduardo: Claro que interesa, estamos hablando de dinero ¿no? ¿Por qué no te casaste con ella? También es hija de uno de los socios del viejo.
Carlos: Porque no la amaba, ¿feliz?
Eduardo: Es lo mismo con Marlene, no me agrada, mucho menos la amo...
Nos quedamos en silencio unos cuantos minutos, Carlos Iba a decir algo cuando apareció Bianca, ella es rubia y de ojos verdes, llevaba puesto un vestido blanco hasta las rodillas.
Bianca: Eduardo hasta que llegas, Marlene esta insoportable, no ha dejado de preguntar por ti, ¿puedes ir a verla por favor?
Eduardo: También me da gusto verte, (dije con sarcasmo).
Bianca: Lo siento, hola cuñado, ¿cómo estás?
Eduardo: Bien gracias, iré donde Marlene.
Bianca: Corre...
Entré a la casa de mi hermano y me dirigí al patio trasero, que es donde suelen desayunar, Juanita, que es la señora que hace la comida estaba recogiendo algunos trastes, al verme me preguntó si quería desayunar, le dije que era algo obvio y comenzó a servirme fruta con un jugo de naranja y pan tostado.
Marlene: Llegas tarde, ¿Dónde estabas? (tan arrogante como siempre) te advierto que cuando nos casemos tendrás que ser más puntual, no quiero que mis amigas piensen que mi esposo es un irresponsable, ¡que oso! ¡que vergüenza!
Bianca: Marlene si llegue tarde fue porque choque y tuve que venir hasta aquí en un taxi...
Marlene: ¿En un taxi? ¡Que horror y que asco! ¿Sabes lo naco y corriente que es viajar en un taxi? ¡Que van a pedir mis amigas!
Eduardo: ¿Sólo te interesa lo que puedan decir las víboras con las que te sueles juntar? Eres un asco de persona Marlene.
Creo que era evidente que al decir eso su mano llena de anillos me daría una buena cachetada, pero valía la pena, se siente tan bien decir lo que se piensa...
Marlene: ¡No me vuelvas a hablar así! Tu y yo no somos iguales...
Eduardo: Cierto... yo me trago mi veneno, tu lo sueles escupir a lo pendejo, ahora ¿puedes dejarme terminar mi desayuno en paz?
Marlene: Eres un idiota, pero esta bien, espero que te atragantes con la fruta y no este Juana para ayudarte.
Eduardo: Que infantil eres...
Marlene se fue y yo seguí disfrutando de mi comida, a lo lejos se escuchó la puerta de la entrada cerrarse con fuerza, esa mujer podrá tener 24 años pero se comporta como una adolescente malcriada.
Termine de desayunar y deje los platos en la cocina para que Juana los lavara, mi hermano se encerró en su recámara con mi cuñada, así que no tenía nada que hacer. Cuando estaba apunto de retirarme me llego un mensaje del viejo (papá).
"Hijo:
Tu madre y yo iremos a casa de tu hermano, espero que ya estés ahí, también irán los padres de Marlene. Atentamente: El que te hizo el cabrón que eres hoy".(Eduardo en multimedia...)
BUENOS DIAS, TARDES O NOCHES :)