||Prólogo||

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"¡Eres una vergüenza!", "¿Por qué no eres más como tu hermano?", "Si dejas la universidad, no serás nadie.", "¡Eres un marica!", "Uy, cuidado con la nena Howell." "No quiero a un hijo homosexual en mi familia." "¿Sabes por qué se fue tu papá de tu casa? Porque no te soportaba. Eres una carga." Todo esto pasaba por su cabeza cuando se subía a esa silla. Dispuesto a acabar con todo lo malo de su vida. Dispuesto a olvidar. Dispuesto a ser feliz. 

Su madre no dejaba de tocar la puerta que permanecía cerrada con seguro. Dan pensaba que creería que el estaba dormido y, eventualmente, dejaría de llamarlo. Tomó una última última bocanada de aire y colocó la soga al rededor de su cuello. Saltó. Empezó a tirar patadas al aire. Sus manos luchaban contra la cuerda que rodeaba su garganta, luchando por respirar.

Se escuchó un estruendo y que algo caía. Su madre entró en la habitación con su hermano a un lado. Ahogó un grito cuando vio a su hijo colgado de una viga de su cuarto. Dan aún luchaba contra la soga, seguía consiente. 

- ¡Adrian, trae un cuchillo! ¡Corre! -. Gritó desesperada mientras sacaba su celular de su bolsillo y marcaba el número de emergencias. El chico corrió por el pasillo y regresó en cuestión de segundos, se subió a la silla que su hermano había usado y cortó la soga. Dan se dio de bruces en el suelo, su madre corrió hacia él y lo sujetó en sus brazos llorando y temblando sin parar.
El chico logró articular la palabra "Mamá" mientras entrecerraba los ojos.

- Vas a estar bien, cariño, vas a estar bien.- Repetía la mujer sin dejar de sollozar sobre su hijo. Se logró escuchar una ambulancia en la distancia y Dan perdió la consciencia.











Fix You || PHANDonde viven las historias. Descúbrelo ahora