Un Comienzo.

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25 de Agosto.

Me desperté. Me dí un baño, me cambié, desayuné, lave mis dientes y me dirigí directamente a la universidad.

Al llegar me dieron mi horario, decidí ir a mi primera clase.
Me avisaron que la profesora de Astronomía no iba a ir en la semana, así que fui a ver el mapa de la universidad.

Fui a la tienda de útiles y compre algunos, una carpeta de argollas, colores, un cuaderno de dibujo, etc. Después fui hacia la cafetería y compre un café  y una, escuchando música con los audífonos a todo volumen.

Al terminar me recosté en el sofá, me quedo dormido.

-Muchacho? Muchacho!- me sacudieron.- Pronto sonará la campana.

La encargada de la biblioteca me despertó, la siguiente clase no tarda en empezar...

-Oh, muchas gracias! -tome mis cosas para después salir corriendo.

Cuando baje al segundo piso choque con una chica, muy familiar, tenía algo largo, ojos grandes, lentes y pequeño broche de gatos.

-Perdón, no me fijé. Iba con prisa y soy nuevo...- Me disculpe. Algo tímido.

-Yo también no te preocupes, adiós. -Dijo despidiéndose.

Seguí corriendo hacia las escaleras, de pronto me doble el tobillo.
Iba callendo cuando otra chico abrió sus brazos y me sostuvo, abrazándome. salvandome de caer desde los escalones...

-Oye, ten cuidado. -Me dijo al soltarme y rejuntar mis lentes, que se habían caído, y poniendomelos.

–O-oke... Es que soy nuevo y n-no quiero llegar tarde..

–Tranquilo, estás bien? Quieres ir a la enfermería?

–P-pero tengo clase...

–Te doblaste el tobillo, tu profesora no dirá nada.

–B-bueno..

–No te pongas nervioso y vamos.– Me apoyo en él.

Al llegar a la enfermería, pero no había nadie. Estaba abierto, él tomo una venda, empezó a curarme. Después los cada uno se fue a sus clases.

Al terminar las clases me dirigí hacia la puerta de entrada, ahí estaba él. Nos iremos juntos...

–Oye, como te llamas?– Me pregunto cuando íbamos en camino a casa.

–A-Antonio...

–Yo soy Juan, y que edad tienes?

–18

–Yo tengo 19

Después de un rato de platicar, nos tuvimos que ir por caminos separados...

–Adiós...

–Adiós Onii-chan.– Me abrazó y después se fue...

Se fue... Yo solo me quedé mirando como se alejaba... Mi Onii-san.

Mi Onii-san Donde viven las historias. Descúbrelo ahora