Palabras

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El ser de pelaje blanco se miró al espejo con asco, el lugar desprendía un pútrido olor a muerto de la última víctima de sus negocios y él lucía como lo que era: un zombie que no había dormido en días escuchando los gritos y ecos del pasado. Recordaba aquellos llantos desesperados, llamando a lo que tenía calcinado frente a sus ojos como si fuese a estar como nuevo, solo le dedicaba gritos a lo muerto.

Los murmullos de aquellos a los que se llamaba secuaces traían consigo un aire siniestro a la sala, a aquella imagen que de por sí reflejaba tantos sentimientos negros. Las palabras no eran fáciles de entender, pero las palabras lo golpearon como martillos en sus años de vacío emocional, de época olvidad pero marcada a fuego.

-Señor -dijo aquella voz molesta, el ser blanco siguió mirando su reflejo a la par que escuchaba las palabras -Lo hemos encontrado.

Respiró hondo, recordó el humo sofocante y la asfixia eterna en aquel mar, volteó serio en aquella sala llena de pétalos de rosa líquidos, escupió con desdén en lo que fueron palabras de apoyo y sonrío.

-Al fin hacéis algo bien -dijo el ser con un carraspeo, el humo se movía al ritmo de las garras -Seguid así y traerlo... De palabra digo que recibiréis vuestra recompensa.

Se retiraron esos seres con palabras de afirmación, buscando el reconocimiento del ser de blanco pensante. Volvió a mirar el cristal con esa mueca y luego esbozó la gloria sobre el brillo de sus afilados dientes.

-Mis palabras marcarán vuestra sentencia... Ojalá las llamas del pasado marquen en vuestro mirar el miedo...

Liberó aire una vez más e introdujo el humo milagro en sus cavidades, mostrando al doble ese carnoso músculo con burla maligna antes de ver la puerta y esperar.

Supervivientes del MundoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora