Historia 1: Simplemente, huye.

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Mil eran ya las veces que Nill había oído aquella historia. Con fantasmas, que salían de ningún lado, muertos que volvían de la muerte, e historias de ultratumba que hablaban de un ser espectral o un demonio, que siempre oscilaba entre el mundo de los vivos y los del más allá.
Él ya no creía más nada de todo aquello, le parecía absurdo, irracional; mientras que sus compañeros confinados en la parte de atrás del salón, contaban sus experiencias, así mismo para asustar también alguna que otra compañera.
Laila, era una de esas chicas que si bien conocía el tema, no se asustaba fácilmente; quizá era seguro que ella, si había pasado lo suficiente, pero a ellos no les creía nada. Solo querían popularidad entre las chicas de la clase.
Ailyn, mejor amiga de Laila, era una chica muy asustadiza, odiaba esas historias, ya que era demasiado supersticiosa, y tenía mucho respeto a esos temas.

- Hey, chicos, no sean idiotas dejen de hablar de esas cosas. - Dijo Laila con un tono imperativo.
- ¿Qué acaso tenés miedo? Es raro, no te asusta nada a vos. - Dijo Bobby en tono de burla.
- Yo no tengo miedo, pero Ai . - Tomó el brazo de su amiga y la abrazó como si quisiera protegerla. - No saben lo que pueden despertar. Es mejor que no sigan.
- No se juega con los muertos, ellos pueden molestarse, hay que tenerles respeto. - Ailyn se había metido en la conversación pero apenas terminó la frase, Mateo, otro compañero la detuvo:
- Cómo tu madre, ¿no? Habla la hija de una muerta, ella la ve siempre, ¿cierto?
- Más te vale no meterte con ella tarado, la próxima vez que lo hagas te hago tragar esas palabras.
- Cómo digas Jefa. -  Dijo a duras penas Mateo.

Ellos siguieron con la charla, aprovechaban que la profesora de matemáticas había faltado, apagaron las luces y comenzaron.
Alejandra, la más grande de las chicas y presidenta de curso, estaba sentada en el último banco, escuchando las historias y lamentando la estupidez de sus compañeros. Pensó, estaría genial darles una lección.
Llamó a Mildred y a Laila, les contó su pequeño plan y ellas aceptaron.

El plan consistía en, seis de sus compañeras se irían de la clase, estarían en el patio, ya que era una tarde oscura nadie las notaría, y ellas harían su jugada del otro lado.

Eligió a sus seis compañeras, y Nill que se había mantenido al margen se sumó para darles una lección, mismo también para tener algo de diversión.
Entre esas compañeras estaba Mildred, ella era ágil y astuta, además de calculadora. Era la mejor cabeza que necesitaba para pensar.

Nill por su parte decidió entretener más a los chicos, sacando su mejor arma, una buena historia de horror.
Laila y Ailyn se fueron a la otra esquina del salón lejos de la historia y separadas de las bromas que estaban ideando a los chicos, para Laila era un acto idiota de todos ellos.

Historias: Más Allá Del Inconsciente. Donde viven las historias. Descúbrelo ahora