Bueno, ya era de esperarse, las cosas no han cambiado mucho desde los ultimos días de tu cautiverio, sigues sin seguir ordenes y de ver como el pobre de Robert sigue hipnotizado por un don nadie que se cree Dios, pero ya es normal. Ahora estás con Robert, al parecer descubrió que triple A está con Sixer y Shotting Star, siempre te preguntas como lo descubre, pero sabes que es por ser un demonio, al menos eso te planteas.
Oh ¿Quieres saber quien es Triple A? Es solo la guardiana de las dimensiones, ella siempre fue alegre y risueña como Shotting Star, según las palabras de Bill, más sin embargo cuando se trata de la posible destrucción de un universo inocente se vuelve seria, demasiado para tu gusto.
¿Ya la has visto antes? Pues sí, ella siempre te venia a visitar desde que logró encontrar la llave de la dimensión de Bill, aunque normalmente venia por petición de los Dioses caidos o por voluntad propia con tal de ver a Bill y molestarlo como la niña pequeña que es, aunque desde que la volvió a perder debe resignarse a esperar a que alguna dimensión se alinee con esta para entrar, es algo que a veces te causa gracia.
Parece ser que Robert trata de llamar tu atención; otra vez en tus pensamientos, que grosero.
-¿Qué pasa Robert? – Dices con tu distorsionada voz, un efecto secundario de los experimentos de Bill en tu ser, pero no te importa, ya has olvidado tu voz hace tiempo.
-Te decia que tengo miedo. – Ese es el Robert que quieres y proteges en secreto.
Suspiras – ¿Miedo a que? Exsactamente.
-¿Y si triple A trata de destruir a Bill? ¿Y si Bill termina lastimado? No quiero estar solo, tu sabes cuandto lo amo, ademas-
-Callate.
-¿Cómo dices?
-Dije que te callaras Robert, no puedes actuar así por siempre, debes de abrir los ojos algún día ¿Sabes?
-Deja de decir tonterias, yo se que Bill me ama – Aquí viene el sermón – Yo lo siento, en mi coraón, el me ama y siempre estará para mí, me lo ha demostrado y aunque siempre está ocupado se que aun siente eso que yo siento por él, eso es algo que no pienso cambiar.
-Si sabes que a los demonios no les late el corazón ¿Verdad? – Sabes que destruyes sus esperanzas pero es necesario para que deje de ser tan ingenuo, hasta la criatura más insignificante se daria cuenta de la farsa que lleva Bill con eso de estar enamorado.
-¡Eso no importa! ¡Yo se que me ama!
-Aja, y yo tengo una forma física propia – Otro dato que ignoras es el hecho de tu forma física, a causa de los experimentos a los que te somete Bill no eres capaz de soportar todas las formas físicas que tienes, por lo tanto ya no tienes una propia y regularmente cambias de forma sin darte cuenta, según Bill esto será temporal y se detendrá cuando tu cuerpo procese todos los cambios, en pocas palabras, esperar a que se acostumbre.
-¡A veces no te soporto!
-Pero igual vienes y me hablas.
Silencio. Su arma más potente.
Volteas a su dirección dandote cuenta que se ha ido, seguramente no te hablará por más de unas dos horas, típico de él, aunque aun así no llega a molestarte.
La puerta se abre nuevamente, es imposible que sea Robert y mucho menos Bill ya que este está en otra dimensión recolectando materia organica para otro de sus experimentos a los que seguro te someterá asique sugieres que puede ser Will en busca de que lo consientan, desde que ayudo a Bill con su asunto no anda muy contento y se la pasa llorando más de lo usual, tampoco te cae mal, solo deseas que deje de llorar.
-¿Estas aquí? – Lo escuchas sollozar mientras te hace la pregunta, asique estás practicamente en lo cierto con lo que desea el pequeño demonio.
-¿Tu que crees?
-¿Puedo quedarme un momento?
-Has lo que quieras – A veces te sientes un psicologo, pero te da igual, es mejor eso que estar solo todo el día.
-... Yo... Necesito un consejo.
-Adelante, ¿De que se trata esta vez?
-Bueno, ¿Sabes...? ¿Sabes que sucede cuando el corazón late?
-Bombea sangre a las venas del ser inferior.
-¡No! Me refiero... Al corazón de un demonio – Lo miras sin expresión alguna, aunque por dentro estas impresionado - ¿Qué pasa cuando empieza a latir?
-Significa que está enamorado y ha encontrado su alma gemela para toda la vida – Procesas tus propias palabras y sonries levemente viendo al peliazul frente a ti – ¿Quién es el afortunado que hizo latir tu corazón, lagrimas?
Te mirá asustado – ¿Cómo lo supiste?
-No lo sabia, pero me lo acabas de confirmar.
-Oh – Vez como desvia la mirada apenado para luego susurrar levemente pero sin evitar que lo escucharas – No estoy seguro, solo empezó a later y...
-Tienes miedo ¿No?
-Si.
-Seguramente estará feliz cuando sepa que el amor de su vida es un demonio tan lindo como tu – Dices para levantarle el animo, aunque sin deje de mentirle ya que es cierto lo que dices.
-¿Eso piensas?
-Claro, y si no lo acepta puedo hacerlo entrar en razón de un golpe si quieres.
Su risa resuena por la habitación, amas que sonria ya que te confirma que aun despues de todo sigue feliz, es algo lindo saber que animas a alguien a seguir su corazón.
Corazón.
Algo que te falta en tu organismo.
Oh, parece que ya no eres la mascota de Bill.
¿Quién eres ahora?
Ahora eres una chica de risados cabellos castaños, esta chica se llama Mabel Pines.
¿Qué estas haciendo? Seguro y te preguntas, pues estás observando la pantalla de una de las computadoras de tu tío Ford con este mismo estando a tu lado izquierdo, ves a tu derecha notando como triple A con una radiante sonrisa observa la pantalla, despues de lo que calculas unos dos meses pudiste notar que ella no es tan seria como aparentaba en un principio, casí puede decirse que son la misma persona con diferente color de cabello y cuerpo.
Vuelves tu cara a la pantalla, estando lista para lo que se espera.
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