Dicen que la curiosidad mató al gato... pero nosotros no somos gatos.
Me estaba por meter en la boca del lobo. Y lo peor es que voluntariamente.
— ¡Vamos Ken! — dijo Scarlet demasiada entusiasmada desde el asiento de copiloto, seguramente creía que se encontraba en una película.
— No lo sé, Scar. — la culpa me estaba carcomiendo. Se formó un breve silencio antes que ella gritara al ver el auto de adelante empezaba a avanzar. — No estoy segu...
— ¡Arranca el maldito auto, Kendall! — chilló interrumpiéndome — ¡Síguelo! ¡Síguelo! — remarcó sus palabras moviendo sus manos hacia delante desesperadamente.
Encendí el auto y pise el acelerador hasta el fondo logrando que nos fuéramos levemente hacía atrás. Seguí a una distancia prudente el Audi negro de Jack para que no me notara.
Vi por la esquina del ojo a mi amiga coger un bolso de los asientos traseros y colocarlo sobre su regazo. Recogió su perfecto y lacio cabello rubio en una coleta antes de abrirlo y sacar varias cosas de su interior.
Colocó un CD en el estéreo del auto y luego siguió rebuscando algo en su bolso. A los segundos comenzó a sonar "The incredits". Reí levemente mientras doblaba entrando en una calle de tierra, nos estábamos alejando demasiado de la ciudad. Scarlet arrojó algo sobre mi regazo y voltee a verla con el ceño fruncido. Cuando la observe no pude evitar soltar una verdadera carcajada, se estaba colocando un pasamontañas. Me sonrió cuando se dio cuenta que la estaba mirando.
— ¿Que? — dijo aún con una sonrisa. — Hay que entrar en ambiente.
— No vamos a robar un banco, McCartney. — volví la vista al frente con una leve sonrisa.
Varios minutos y canciones de películas después Jack doblo y en una especie de callejón y freno. Seguí de largo unos metros para que no sospechará y frene el auto.
Quite la llave del contacto y abrí la puerta, observe como mi amiga repetía mi acción aún con el pasamontañas puesto.
— Quítate eso. — grité en susurros señalando su cabeza, ella puso los ojos en blanco y lo hizo.
— Aguafiestas. — articulo en mi dirección y la ignore. Cerré la puerta del auto y comencé a caminar con ella a mi lado.
Al llegar al comienzo del callejón, Scarlet se asomó al callejón y me hizo una seña de que la siguiera. El callejón estaba iluminado por un único foco que de vez en cuando titilaba, dando un aspecto algo terrorífico. Seguimos caminando hasta que encontramos una puerta de metal que parecía oxidada.
Voltee buscándola para decirle que no era buena idea entrar, pero cuando voltee ella ya había abierto la puerta.
— ¿Que esperas? — articulo en mi dirección antes de desaparecer dentro.
¿Está chica no le tenía miedo a nada? No quería entrar ni por asomo pero tampoco la iba a dejar sola. Así que tome aire y la seguí.
Al entrar nos recibió un pasillo totalmente oscuro por lo que no podíamos ver nada hasta que de repente una luz se encendió e iluminó a una sonriente Scarlet.
¿De dónde había sacado una linterna? Parece que en serio se creía lo de la película.

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Karma ©
Novela JuvenilA veces el amor y el karma vienen en el mismo paquete. NOVELA TOTALMENTE ORIGINAL.