tres

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El Matias, seguía igual de wachito que en vacaciones, aunque ahora estaba mucho más rico con su pelo ordenado y el uniforme po:( ay, cásate conmigo Matias.

Al pensar eso todos me miraron ¿que wea? Mire a la Josefa y estaba aguantando la risa.

-Lo dijiste en voz alta weona.

Por la re chucha, ¿pulento por qué me hací esto?

La clase volvió a lo normal después del show que me mandé, aunque el Matias me guiñó el ojo y nada que decir, me volví un tómate.

La vieja culiá escribía y escribía y yo dormía nomás hasta que escuché lo más glorioso de la vida, el timbre po.

Salimos a recreo con mi wacha y nos fuimos a comprar unos jugos al kiosko, la Josefa se quedó hablando con su pololo
-weon que me cae mal y no soporto- así que yo seguí mi camino, el dé Dios pue. Hasta que choqué con una wea, ah no, un weón.

-Hola mijita rica -el Matias se lamió los labios y me miró con la típica sonrisa de pelao- ¿te comieron la lengua los ratones?

-Hola y chao -no hablo con pelaos po.

-Txoa -me tiró del brazo- ¿me dejarás mi primer día solo sin amigos? -hizo un puchero que le salió demasiado tierno.

-Eh chchao weónn -balbucee nerviosa.

-Que mala onda Isi, yo que te salvé de ese flaite en el verano -dijo mirándose las uñas como un princeso, ¿será gay?

-¿Quién te dijo mi nombre?

-Un pajarito por ahí.

Ese pajarito de seguro fue la Putamila, había visto a este par hablando, los ví de casualidad nomás sipo :(

-¿Ese pajarito o pajarraca es súper chillona, tetona y maraca? -dije soltando una risa burlona.

-Pucha sí, pero igual de alguna manera iba a saber -sonrió- somos compañeros, bebé.

-Que vola -me reí- ubícate weón, estai peor que el flaite, ¿qué viene ahora? Riil histi li miirti bibi -me reí como payaso en fiesta.

Y apareció lo que me faltaba po, el Seba.

-¿Qué wea Isidora? ¿quién es este gil? -dijo mirándolo terrible feo.

-Queti, vira de acá -sonreí- grax.

-¿A quién le decí gil aweonao? -el Matias se puso súper cerca y le ganaba en estatura así que era súper intimidante.

Se quedaron así un largo rato, ¿estos weones se van a comer o qué?

-A tí po, a quién más -se rió burlón y le dió un empujen despacio- estorbai, ándate aweonao.

-¿Que me vení a hablar así? -y ahí mí esposo le chantó el primer combo.

Y empezaron a pelear tanto como dos perros culiando. No los paré ni nada, me quedé viendo el espectáculo, los dos me caen mal así que ni ahí.

Se amontó la gente y habían weones grabando, juro que hasta ví pendejos de 3ro básico haciendo apuestas de quién ganaba po, qué chucha.

Hasta que llegó la tía Emilia, estos weones ya valieron.

-¡JOVENES! ¡sepárense ahora! -gritó la Emilia, alías la vieja que le falta pico.

Pararon los saco weas no sin que antes el Seba le haya pegado una pata al Matias.

Se armó el chisme ahí, todos hablando con la inspectora mientras estos giles iban a buscar sus agendas.

-¡Señorita Lopéz! A mí oficina también- que wea hice yo?

Amor culiao. (PAUSADA)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora