Capitulo 3

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Sus manos temblaban su corazón latía dos veces más y rápido que lo habitual después de recibir esa llamada se dirigió directamente a su hogar. Sus ojos se encontraban lloros y sus mejillas sonrosadas por el llanto contenido. <<No lloraría>> se decía mentalmente. Esperaba que su encuentro fuera directamente con el moreno no con un desconocido. Al llegar al edifico departamental en el que vivía pudo notar más de un camión de mudanza pero prefirió no tomarle importancia.

-Señorito wólfram- lo intercepto una señora de avanzada edad que resultaba ser la dueña del edificio donde él vivía y una segunda madre para él.

-¿Qué sucede Amelia? Hoy te vez mucho más hermosa que días anteriores-sonrió forzadamente mientras rebuscaba entre sus bolsillos la llave de su departamento

-Gracias Cariño-sonrió cariñosamente mientras pasaba una de sus manos con delicadeza en la mejilla del contrario- pero necesitamos hablar hace unos meses vinieron unos arquitectos tratando de comprar el edificio-suspiro pesadamente- sabes que ya estoy muy vieja y quiero terminar mis días con Jack en nuestro pueblo y mis nietos pero lo único que me retenía aquí era esto. Espero que no te sientas mal cariño pero hace unos días eh firmado los documentos donde vendía el edificio nos dieron tres días para desalojarlo las personas están siendo trasladadas a los departamentos nuevos el pago de la renta será la misma si es lo que te preocupa la compañía que compro este edificio les está dando los carros de mudanza para que puedan trasladar sus cosas sin ningún problema.

-¿Tan rápido? No me habías comentado nada de esto Amelia-confundido

-Al parecer crearan una nueva compañía aquí y demolerán este viejo edificio-encogiéndose de hombros- la verdad no lo sé pero esperó que no te moleste.

-Claro que no Amelia son tus decisiones y se respetarlas-sonriendo

-Gracias por entender cariño-dándole un beso en la frente y saliendo de ahí hasta perderse entre los pasillos. Entro a su departamento y se fue directamente a su habitación.

-Genial solo esto me faltaba-murmuro con desdén mientras se acostaba en la cama boca arriba mirando el techo. Él no era una persona a la cual le faltara el dinero, al contrario era el sucesor de su propia compañía pero no desistió para cumplir su sueño de ser un gran bailarín y abrir su propio estudio de baile. Le gustaban las cosas sencillas y al querer ser independiente decidió dejar de vivir con su madre y comenzar a vivir en un pequeño y modesto departamento. De vez en vez atendía cosas de la compañía que requerían de su firma pero quien normalmente se hacía cargo de ella era su tío woltorona. – No hay tiempo que perder

Se levantó de la cama para agarrar un par de cajas de cartón y empezar a empacar sus cosas el no esperaría a que llegaran los tres días él se iría mañana mismo. Tomo su celular y encontró un mensaje con la dirección donde se vería mañana con ese chico llamado ken en una cafetería cercana a su departamento. Tomo un par de tijeras y se dirigió al baño mientras marcaba un numero bastante conocido para él. Se puso el celular en el oído mientras se ponía frente al espejo del baño y al segundo tono contestaron.

-Wólfram

-Gunter

A kilómetros de distancia podía sentirse la tensión y rivalidad que existía entre ambos. ¿La razón? Simple. Wólfram al ser el menor de los hermanos y el más consentido alegaba que Gunter solo vino a secuestrar a su hermano mayor para solo para engatusarlo ya que estos dos tenían un hijo y Gunter alegaba que wólfram solo era un mocoso puberto mala leche que nunca maduraría. Pero aun así y sus diferencias entre ellos existía un cariño especial y demasiado raro ya que wólfram siempre que tenía problemas se dirigía solamente a él y Gunter lo escuchaba atentamente a todo lo que decía.

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