The secret

El sueño

Giré sobre mis tobillos y cruze el pasillo hasta llegar a la puerta, tomé suavemente la perilla y la abrí. Había un hombre con unas rosas en las mano este caminó dentro de la habitación.

- ¿Usted es Katherine Hook? - dijo con tono formal.

- Si soy yo, ¿porque las rosas? - pregunté.

- Esto es un encargo, tome la tarjeta. - dijo dandomelas.

Salió por la puerta y siguió caminando, las rosas quedaron tendidas en mis manos, la tarjeta entrelazada en mis dedos. Las ubique en una mesa pequeña y abrí el sobre blanco que me dieron. El sobre tenia una carta en la que decía lo siguiente: "señorita Hook, espero que estas rosas no le parezcan un atrevimiento o una falta de respeto por mi parte, solo le quiero dar la bienvenida a Miami y también le quiero informar que pasaré a las 12:00 p.m mañana en la tarde, cualquier cosa que necesite estoy hospedandome en el décimo piso, el número de la habitación es la si desea pase por ahí. Att: Ryan Reynolds."

Cerré el sobre y lo puse en la mesa al lado de las rosas, busqué el teléfono de el hotel y marqué los numeros de la habitacion. El teléfono sonaba pero nadie lo cogía, enganche el teléfono y caminé devuelta al balcón. Mire el reloj y marcaban las 6:25 p.m. Afuera ya estaba cayendo la noche , mi cuerpo se siente pesado y no tengo ganas de caminar me metí en la ducha.

20 minutos después...

Tenía el cabello mojado, así que decidí soltarlo, tomo el mando de la televisión cuando a penas recuerdo que no eh cenado. No me interesa hacerlo aunque me quede con el estómago vacío hasta mañana. Tomo el mando del pequeño televisor color plateado brillante y me siento en el suelo. No me acostumbro a estas cosas. Pulse el botón rojo en el lado derecho y apagué todas las luces. La brillantes del televisor segó mis ojos. Sólo puedo distinguir unas pequeñas figuras, la claridad fue desapareciendo poco a poco hasta llegar a cierto punto en el que se quedo igual. Abrí y cerré mis ojos varias veces. Estaban presentando una película que no conozco para nada, es de terror porque se presento una cara roja cubierta de sangre, cambie el canal y estaban dando The Host, la deje. Mis ojos parpadeaban suavemente, mi ultima imagen fue la lágrima de la protagonista con una lágrima corriéndole por la mejilla.

De la nada sale una chica de cabello oscuro y piel blanca corriendo agitada  con lágrimas en su rostro, ella corre detrás de un vagón de basura, unos pasos mas alejados de ella sale un hombre, pero no le puedo ver el rostro. Ella saca de su bota derecha un cuchillo pequeño pero afilado, el cuchillo resbala de sus dedos y cae violentamente al suelo. Él hombre detecta este sonido, se da media vuelta y la agarra por el pelo, la levanta de un solo jalón y la lanza contra la pared, ella gime de dolor, de su cabeza brota sangre. El hombre camina lentamente hacia ella, mientras ella se desliza por el suelo hasta el alcance del cuchillo que dejo caer por accidente. Lo agarra con firmeza y se voltea con gran dificultad, el hombre se lanza sobre ella y le aguanta la mano evitando que le espete el cuchillo. El pronuncia las palabras, "De esta si que no te vas a librar". Ella forcejea con fuerza, el con la mano derecha saca una pequeña banda, ella aprovecha el momento y lo empuja, con la fuerza le espeto el cuchillo en el lado derecho, lloriqueando sin cesar. Lo saca con las manos empapadas de sangre, el hombre cae desangrado en el suelo, ella dice: "Si no eras tu, era yo." dijo con dolor en su mirada. Ella tomo el cuchillo de el bolsillo delantero de el hombre y salió corriendo. Una voz no reconocida gritó: "Por ahí no. " Ella se detuvo y corrió en la dirección opuesta, un hombre de brazos y fuertes la agarró y se escuchó el grito ahogado de un nombre: "Max".

Me levanté horrorizada, ante ese sueño de dolor y pelea. ¿Que me sucede? ¿Porque sueño con esto? No se que me pasa, me encontraba en la cama y no en la sala. Pero, me quede dormida en la sala, ¿como llegué aqui? Que yo sepa no soy sonámbula, a menos que alguien haya entrado a la habitación. Mi cuerpo se estremeció ante esa idea. Mire a todos lados buscando una señal de movimiento, la puerta que da a la sala estaba entre abierta, me puse en pie en un solo movimiento y me paré en la puerta, cómo si mi cuerpo ya estuviese acostumbrado a este tipo de situaciones. Miré entre la parte abierta de la puerta y entraba una luz blanca, debe de ser la luz de la sala, pero yo las apagué, definitivamente hay alguien aquí. Abrí la puerta sigilosamente y la sombra de un hombre se paro en frente de mi. Me lancé encima de esa sombra sin fijarme en quien era, sin tener ningún tipo de defensa excepto mi miedo que me hace hacer cosas estúpidas. Me senté en su abdomen abultado y puse mi brazo en su cuello, con mis pies dejándolo completamente inmóvil, excepto por su brazo derecho que, quedaba en completa libertad.

- ¡Tranquila! - grito el hombre al que no me interesaba verle la cara.

- ¿Quien eres? - le pregunté con voz autoritaria y piadosa.