El diario de una inocente adolescente.

ella...

Me siento observada, me siento presionada, pero me siento deseada, de donde viene este sentimiento, una fuerza que me domina, una fuerza sumisiva, me gusta, siento algo que jamás había sentido en mi vientre y mi mal se humedece, me siento extraña, pues jamás nada ni nadie me había atraído y esta fuerza me hace estremecer desde mi interior, me asusta pero, me gusta, volteo hacia él, un hombre en lo alto, guapo, fuerte, ojos cafés como los mios, y esa mirada, la cual es la fuente de la gran fuerza que me ha poseído, siento como se adueña de mi cuerpo su mirada y tengo los más vagos e impuros sentimientos y pensamientos hacia él, me enamora, nuestras miradas se unen para únicamente penetrar mutuamente nuestros corazones, siento que he perdido mi pureza únicamente de pensar en ser poseída por aquel hombre, y sinceramente, quiero ser tomada por él , el hombre el cual su nombre significa, "El Dios entre nosotros".

Mi cuerpo se revoluciona, no me responde y llama al nombre de aquel Rey, pero cuando al fin mi llamado es atendido, mi tiempo es reducido y debo dejar aquel gran jardin...

Mi mente, mi alma, y mi corazón, ya le pertenecen a él, ahora solo me falta entregarle mi cuerpo, por primera vez, a el y solo a él.