Que hermosa sonrisa, que hermosos ojos, que bellos labios, que mujer tan linda, su juventud me deja extasiado, es increíble, con tan sólo 16 años y esa mujer me ha robado totalmente la atención, que bella voz, que hermosa mirada, que dulces deben ser sus besos.
Mi valentía, ha huido, corrió hacia un bosque de pensamientos y ahí se escondió, quiero hablarle pero el solo hecho de mirarla me hace temblar, desde lo alto la puedo observar sin poder acortar la distancia entre nuestros ojos, una hermosa agonía, en presencia de una diosa de la inocencia.
En un descuido me pierdo en sus caderas, fantasiosos deseos de poseer el alma y cuerpo de tan maravillaosa creación de los dioses, su vestimenta azul ella es pues una sanadora, sus ojos enfocan la más curiosa mirada en la mirada que desde hace horas la agobia, esa era mi mirada pudo porfin encontrar la fuente de tanto deseo a tan sólo unos metros de ella.
Al notar que mi hermosa princesa porfin unió su mirada con la mia, el perverso corazón que late en mi pecho, se estremeció, y comenzó a latir de una manera diferente, al compás de la dulce melodía que emitía la voz de aquella linda mujer, que entre todas las jóvenes de su alrededor ella era la más hermosa, y su voz la única que hacía que mi duro y cruel corazón, se tornara en un débil y tímido niño con miedo incluso de la mirada penetrante de aquellos ojos tan hermosos color café, pero que volvía a cubrirse de valor cuando se dirigía a el con una palabra cortés.
Sentí en ese momento como su cuerpo me llamaba, su voz me imnotisaba, su mirada se convirtió en un sendero infinito, del cual no pude escapar, y cuando por fin reuní el valor suficiente para bajar de lo alto y responder a su voz, ella apartó la mirada y se fue, junto con todas las bellas jóvenes que la acompañaban, la única de las cien hermosas doncellas de la tierra, la única que ha podido perder en su mirada a un Rey , la única que ha podido hacerme temer por perderla, es ella la joven la cual su nombre tiene por significado "la que es atrevida con todo".
Aquí con mi riqueza en las alturas puedo jurar que ninguno de mis tesoros y memorias se podrían comparar con la bellesa de aquella inocente adolescente.
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El diario de una inocente adolescente.
RomansaElla... solo eso necesito para ser feliz, solo a ella.