ME PROMETISTE REGRESAR A ESE ÁRBOL

DE NUEVO ESE SENTIMIENTO

July intento dormir temprano, pero por mas que intentaba no podía hacerlo, no dejaba de pensar en Eliot,  era una completa locura July solo se había enamorado una sola vez pero había sido hacia ya dos años. Porque le llamaba la atención el?, que tenia de especial, Eliot solo era un chico como cualquier otro.
Se lo repetía una y otra vez, esto no es real, esto no es amor. July conocía muy bien esa sensación extraña que tenía cuando estaba cerca de Eliot o cuando pensaba en el. No era secreto, se ruborizaba y sentía que se le quemaba  la piel al estar cerca. Para mala suerte de July su actuación frente a Eliot era penosamente mala y a leguas se notaban los sentimientos que sentía aún así no parecía haber problema alguno, de hecho le era interesante y divertido platicar con el; siempre sonriente y diciendo algo nuevo que solía impresionarla.
Eliot solía hablar mucho sobre anime y magia, eso era algo de lo cual July no tenia ni la menor idea pero todos eso y cada uno de los temas parecían darle cierta curiosidad y quería averiguar mas de ello.
-y a ti que te gusta hacer?- pregunto un dia sin más.
-mmmmm, me gusta mucho tocar el piano, actuar y dibujar- respondió Eliot con una sonrisa
- vaya! Que interesante- decia con los ojos abiertos como platos; pues Eliot y ella tenían mucho en común.
Poco a poco July se daba cuenta de que lo que ella sentía era verdadero, y sintió un poco de remordimiento, ese sentimiento  atacaba de nuevo, después de casi estar dos años inactivo de pronto despierta en un rara explosión de recuerdos. Pero no podía ser tan malo eso o si?. Se estaba enamorado de Eliot y por más que intentará suprimir esa sensación al estar cerca de el no podía sonreía y se apenaba colocando las manos en puño cerca de su rostro o su pecho, y mas que claro estaba de que el lo sabia; a parte de todo era metalista y eso con su mala actuación no era algo que ayudara mucho. Aun así no parecía importar demasiado después de todo si Eliot ya lo había notado y no se había alejado o no había dejado de hablarle tal vez no le causara gran problema.
Cuando July llegaba a su casa nunca había nadie, su madre llagaba hasta después de las cuatro de la tarde y hasta entonces su única compañía en su hogar era su perro, un pastor belga llamado "cuello blanco" por su pelaje negro brilloso y su cuello de color blanco que resaltaba.
Se acomodo en la esquina mas pegada a la pared, pues le resultaba cómodo estar cerca de una esquina y se puso a pensar en el muchacho de nuevo.