El descubrimiento

23 1 0
                                    

Eevee se encontraba en la Pokéscuela, donde aprendían todo el sistema que regía el mundo Pokémon. Estos estudios se repartían en varias asignaturas, como los movimientos, los objetos, las características de combate, entre otras. La asignatura favorita de Eevee era la de tipología, que consistía en el estudio de la eficacia entre los diferentes tipos de Pokémon, y su identificación a partir de los movimientos o la especie del Pokémon.

Eevee se sentaba al lado de Gible en clase. Gible era una persona muy inquieta pero trabajadora, y siempre sabía hallar soluciones a los problemas.

Después de la clase de Objetos, los alumnos de la escuela tenían treinta minutos de tiempo libre. Eevee se tumbó en la hierba a descansar, como hacía la mayoría de las veces, pero otras veces ese tiempo lo pasaba con su amigo Espurr.

Espurr es un Pokémon muy solitario, de hecho Eevee es uno de los muy pocos amigos que tiene. Tiene un coeficiente intelectual muy superior a la media, concretamente de 141 puntos, y su pasatiempo favorito es pensar en como mejorar sus movimientos e incluso desarrollar otros nuevos. Muchas veces prefiere pasar su tiempo a solas, pero otras veces lo pasa con Eevee.

Al acabar las clases, Eevee se fue a casa. Casi había acabado el curso y estaba muy feliz por que había aprobado con una nota aceptable, y se aproximaban las vacaciones.

Eevee llegó a casa:
Leafeon: ¡Hola cariño!, ¿que tal el día?
Eevee: Bien.
Vaporeon: ¡Hoy tenemos Pokécubos dulces para comer!, ¿que te parece, eh?
Eevee: Ah... bien, me gustan.

Comieron muy a gusto y despues Eevee se echó una siesta.

Estaba profundamente dormido cuando sonó el Pokéfono de casa:
Eevee: ¿Diga?
Espurr: Buenas tardes Eevee, soy Espurr.
Eevee: Aah, Espurr, ¿que tal?
Espurr: Estoy super excitado, he conseguido desarrollar un nuevo ataque de tipo planta, ¡y muy potente!
Eevee: ¡Guaau, increíble! Y encima tu eres de tipo psíquico, que poco tiene que ver con el planta.
Espurr: Si quieres ven a verme, y te lo muestro.
Eevee: Dejame acabar la siesta de la que me acabas de despertar y voy.
Espurr: Ups, lo siento, no era mi intención.
Eevee: No te preocupes jajaja.
Espurr: Bueno, lo dicho, hasta luego.
Eevee: ¡Chaoo!

Eevee se fue a su habitación a terminar la siesta, y después emprendió su camino hacia la casa de Espurr, que quedaba a diez minutos de la suya.

Mientras caminaba Eevee se quedo pensando sobre que tipo de movimiento había desarrollado Espurr, pero iba tan concentrado en sus pensamientos que se dió de frente contra un Pokemon. Era la Eevee que el protagonista había visto en el río.

Eevee F: ¡Uy! Pe...Perdon...
Eevee M: No no, si la culpa es mía, iba distraído.
Eevee F: Pues entonces... te perdono yo, supongo... jaja
Eevee M: Jajaja pues gracias. ¡Hasta luego!

RadicodrenajeDonde viven las historias. Descúbrelo ahora