Noche 1

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El sonido de la televisión en el fondo, el olor a lavanda que desprendía aquella vela que le regaló Dan de navidad, el calor que emanaba de la chimenea y Phil acurrucado sobre el hombro de su amante, con su brazo rodeándolo, alejándolo del frío, un sábado perfecto.

Era un diciembre mas gélido de lo usual, apenas la noche anterior habían caído mas de 2 metros de nieve, era evidente que no tenían otra opción mas que permanecer en casa hasta que la tormenta pasara, lo cual era perfecto para Dan ya que había suficiente comida para alimentar a una familia de 10, cobijas que la madre de Phil les había regalado la navidad pasada, internet y calefacción.

Dan observó el rostro de Phil, su mirada estaba fija en el televisor, esos ojos zarcos que lo enloquecían brillaban al ritmo de la luz que emitía el aparato.

Su piel pálida, sus mejillas rosadas, sus labios suaves, este hombre como me vuelve loco, pensó.

Empezó a acariciar su hombro con ternura, Phil volteó a verlo, como si sus acaricias le hubieran dicho mil y un palabras, soltó una mueca -¿Qué pasa?-, le preguntó Dan.

Phil miró detenidamente sus ojos, su mirada bajó lentamente a sus labios, le pedían a gritos otro tipo de contacto, una caricia, un roce, un beso.

Se mordió el labio, y su mirada volvió a sus ojos, -Vamos Dan, se que lo deseas-, gimió. inmediatamente se sonrojó y apartó la mirada.

Phil sabía perfectamente como calentar a Dan.

La mano de Phil subió de su cintura, a su pecho, a su cuello y finalmente a la quijada de Dan, lentamente movió su rostro hasta encontrarse frente al suyo, hizo una mirada, que nunca antes había visto en él, una mirada que irradiaba lujuria y seducción.

Phil lo acercó a él, mordió su labio inferior suavemente, comenzó a besarlo, su instinto fue agarrar la cara de Phil pero de un movimiento lo detuvo.

Se acercó a su oído y susurró, -Hoy yo estoy a cargo, Howell- mordió su oreja de forma traviesa y se retiró un poco.

Algo se encendió dentro de Dan, una chispa que no sería fácil de apagar, pero Phil sabía cómo apaciguar.

-¿Que te gustaría que hiciera?- susurró Dan, examinando por completo el cuerpo de su pareja, continuando con el pequeño juego que Phil planteo, se levantó del sofá, tomó su mano y lo llevó hasta su habitación, lo recostó en la cama y le ordenó cerrar los ojos hasta que el volviera.

Nerviosismo, excitación, estaba lleno de emociones, Dan no tenía ni la menor idea que tenía Phil planeado, pero él sólo debía obedecer al dueño de su corazón.

Después de un momento, Phil llegó, y le dijo que abriera los ojos, en sus manos tenía una venda para los ojos, unas esposas, un condón y lubricante.

Dan podía sentir como la sangre fluía hasta su miembro y un hormigueo en sus pezones, se sonrojo, y apretó las manos y con una voz temblorosa le dijo - ¿Qué tienes en mente?-

Sin decir ni una sílaba dejó los objetos en el buró, se abalanzó sobre Dan y comenzó a besarle el cuello, Dan sólo podía gemir, él sabe que es su punto débil.

-¿Algo pasa, Dan?-, susurró de forma seductora. No, todo está bien: contestó, de nuevo con voz temblorosa.

Las luces se apagaron súbitamente, todo quedó en silencio, solo se podían escuchar los gemidos de Dan.

Phil se levantó y encendió algunas velas al rededor de la habitación, la atmósfera que había creado era perfecta para el momento.

Se acercó a las piernas de Dan y acarició sus muslos, lo besó intensamente, mientras su mano acariciaba su entre pierna.

Su mano recorrió su cuerpo, podía sentir el amor y el deseo que tenía por él.

La tensión comenzó a subir, ambos sabían que querían, y lo querían ya.

Phil le quitó la playera a Dan y lo empujó para que se recostara en la cama, empezó a besar su cuello, su pecho y su abdomen mientras desabrochaba su pantalón, al llegar a su ingle comenzó a acariciar su pene mientras con la otra mano desabrochaba su propio pantalón.

Phil comenzó a besar el falo de Dan mientras Dan sujetaba la cabeza de Phil con fuerza.

-No te detengas-, gimió Dan, Phil comenzó a paladear la verga de Dan. Él ya no podía contenerse, le hizo señas a Phil y él de inmediato se detuvo.

-¿Tan fácil, Dan?, yo pensé que aguantarías un poco más.-, dijo con un tono sensual.

Se escuchó la sirena de un auto de policía pasar, se vieron a los ojos por un largo rato mientras las luces iluminaban la habitación, la tensión sexual estaba al máximo.

Dan le comandó a Phil que se desvistiera, -Lo siento, Philly, hay cambio de roles-, dijo con voz fuerte.

Phil siguió la orden, mientras la vestimenta de Phil caía al piso, Dan recorría con la vista el cuerpo de su pareja, desde sus hombros bien formados, por su espalda contorneada, sus glúteos redondos, sus muslos carnosos hasta sus pies que siempre cubría con calcetas divertidas.

Dan recostó a Phil en la cama, lo abrazó por un momento, lo vio a los ojos y le dijo, -Phil Lester, Te amo.-, El rostro de Phil se sonrojó, -yo también te amo.-, contestó.

Un beso apasionado, unas caricias y unas mordidas fueron suficientes para que la lujuria volviera.

Ambos, desnudos, se acurrucaron bajo las sábanas. Dan comenzó a recorrer el cuerpo de Phil con sus dedos, mientras lo besaba ardientemente, Phil recorría su cabello sin romper el beso.

Dan tomó el pene de Phil y comenzó a a masturbarlo, Phil no pudo contenerse y soltó un fuerte gemido. Los sonidos que emitió hicieron que su erección creciera, solo querían demostrarse lo mucho que se amaban pero de una forma muy poco convencional.

-Métemelo, Dan.-, gimió Phil. Dan asintió y apresuradamente tomó el lubricante y el condón que habían dejado anteriormente en el buró, pero se percató que también estaba la venda y las esposas, una idea surgió, una idea que solo hizo que la llama en su interior aumentara.

Phil ya estaba en cuatro cuando Dan volteo a verlo, le puso la venda intentando ser lo mas delicado posible. -¿Que haces?-, preguntó Phil, -Solo quiero jugar un momento.- contestó. Le colocó las esposas a Phil, con mucha delicadeza, como si cualquier movimiento podría romper esas delgadas y suaves manos. El frío de las esposas hizo que a los pezones de Phil se pararan, Dan lo notó de inmediato y comenzó a jugar con ellos, Phil soltó un leve gemido.

Dan se puso el condón y con su dedo indice colocó lubricante en el recto de Phil, estaba listo, lo quería todo y lo quería ahora.

Poco a poco, Dan fue penetrando a Phil, comenzó a besar su espalda, y a tomar su cadera. Los vidrios empañados, el calor de sus cuerpos, el amor en el aire y lujuria en su mirada.

Dan comenzó a moverse, hacia adelante y hacia atrás repetidamente, los gemidos de Phil eran como música para los oídos de Dan.

-¡Dan, no puedo contenerme!- dijo Phil. Dan ignoró por completo el comentario de su enamorado, continuó por unos segundos mas, Phil soltó un fuerte gemido, semen comenzó a fluir por su pierna derecha; Dan siguió hasta llegar el mismo al climax, Phil sintió la fuerte carga de liquido llenar su interior.

Dan rápidamente sacó su falo y colapsó en la cama, manchas en la cama, un mezcla de aromas llenaba la habitación. La respiración de Dan sonaba muy agitada, -Parece que te gustó- dijo Phil, -Me encantó- contestó Dan mientras se recuperaba.

Un beso, un abrazo y un te amo después cambiaron las sábanas, se pusieron su pijama, apagaron las velas, se recostaron en la cama y se acurrucaron. -Parece que ya dejó de nevar-, dijo Phil, -No es como que quisiera salir, Philly-, le contestó.

Ambos se quedaron dormidos, uno al lado del otro, las gotas de agua fluían por las ventanas, el calor y la esencia que había dejado su acto de cariño comenzaba a disiparse. Fue una noche llena de amor y sensualidad y es obvio que eso se repetirá.

La Nevada // phanDonde viven las historias. Descúbrelo ahora