Capítulo 1

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Ámbar

El estrepitoso sonido de la alarma me despertó en el mejor momento de mi sueño, ¿Por qué será que cuando la alarma suena justamente más cómoda me encuentro descansando? Dudas de la vida.

Estiró mi cuerpo y salgo de la cama directo al cuarto de baño, hago mi aseo personal y me coloco unos cómodos jeans junto con una remera de tirantes y mis cómodas vans, cepilló mi cabello dejándolo caer natural sobre mis hombros, me maquilló solo un poco ya que no quiero parecer un payaso como la mayoría de las chicas de la universidad.

¿Van a conseguir un título o a desfilar en un pasarela? Algunas chicas son muy... exageradas con respecto a todo lo que implica vestimenta y maquillaje.
Miro el reloj, no tengo tiempo para desayunar lo tendré que hacer en la cafetería de la universidad
Tomo mi bolso junto mi celular y mis llaves y salgo de mi departamento, subo al auto y lo enciendo rumbo a la universidad.

Estoy en primer año estudiando psicología, mi padre murió cuando tenía 13 y mi madre desde allí se volvió una alcohólica agresiva, vivo sola hace un año.

Freno ante la señal en rojo, mi celular suena ante la llamada de mi mejor amigo, atiendo poniéndolo en alta voz y avanzo cuando el semáforo marca verde

-Pequeña ¿saliste ya?- la voz ronca con la que habla solo indica que acaba de despertarse

-Si y tu por lo visto no, llegaras tarde de nuevo Aidan- sueno como una madre regañando a su hijo, lose

-No, llego a tiempo a diferencia de ti que llegas antes que los profesores.- bueno la verdad es que me gusta llegar temprano para elegir mi asiento y poder preparar mis libros tranquila sin el murmullo de mis compañeros contando que tal fue la última fiesta a la que asistieron.

-Cómo sea, nos vemos allí- me despedí y  colgué cuando ya me encontraba en el estacionamiento. Otra razón por la que me gustaba llegar temprano, encontraba un lugar fácilmente para dejar mi auto.
Me dirigí a la cafetería por mi desayuno, un café junto con un cupcake.

El salón estaba vacío, tomé asiento al frente como de costumbre y me dispuse a tomar mi delicioso desayuno, ubique mis libros a un costado y releí el tema que tocaba hoy.
Estaba concentrada los tipos de trastornos psicológicos cuando la puerta se abrió fuertemente produciendo un ruido que me hizo saltar de mi lugar.

¿es verdad lo que mis ojos ven? Porque de ser así voy a necesitar ayuda psicológica urgente

-Oh si Ethan- si, en definitiva necesitare un psicólogo o psiquiatra si esto sigue.
En el lugar del profesor está una exitada Tracy Been con su blusa desabrochada dejando al descubierto su operado pecho y encima de ella un chico besando su cuello como si fuera el fin del mundo.

Vomitare.

Aclare mi garganta para que se percaten de que no estaban solos, pero parece que no me escucharon

-Consigan una cama, esto es repugnante- mi voz salió con asco, bien echo Ámbar.
El chico cuya identidad desconozco paró sus desenfrenados besos y giro a verme.

-Oh, disculpa belleza, no vi que estuvieras dentro- su voz era muy varonil y ronca. Se separó totalmente de Tracy mientras ella intentaba regular su respiración.

-Arruinaste el momento idiota- Pensé que en medio de la escena le había comido la lengua ya que no me había dicho ningún comentario, tal parece que no fue así.- Que a ti no te den la atención que necesitas no significa que tenga que ser igual para mi

¿En serio esta chica dijo tal estúpidez? Quiero reírme en este preciso momento

-Oh eso no lo dudo, toda la universidad te atendió. Pero para la próxima que no sea dentro de mi campo de visión- la cara de Tracy quedó roja, soltó un comentario que no logré oír y se marchó a su lugar ,el chico que la acompañaba soltó una risita que intento ocultar sin éxito.

Centre de nuevo mi atención en los libros, dando por terminado la "conversación"
El timbre sonó y mis compañeros entraron junto con el profesor.
Aidan se sentó junto a mí, me saludo con una sonrisa y miro al frente.

...
-Estaban teniendo sexo delante tuyo?- la risa de Lily hizo que todos nos voltearan a ver

-No, pero si no me hacía notar seguro lo hubieran echo- Lily seguía riendo y Tania solo escuchaba haciendo cara de asco.

-Hermosas mías- Aidan saludo con una enorme sonrisa en su rostro

-Se puede saber a qué se debe tu felicidad?- pregunte terminando mi porción de pizza, que por cierto sabía deliciosa

-Javier me invitó a cenar este viernes- enseguida la mesa se llenó de gritos entusiasmados pidiendo más detalles a mi amigo- Paren chicas, les contaré.
Cómo saben compartimos clases y esta mañana me dijo que quería hablar de algo importante así que quedamos para cenar. Aunque una parte de mi siente miedo de que tenga que decirme

-Seguramente es para confesarte su amor- Sí, mi amigo era gay.
Le ha gustado Javier desde que lo vio por primera en sus clases y empezaron a hablar y tal parece que también está interesado por mi amigo.

Aidan siguió contándonos lo que habían hablado, mientras Lily y Tania no paraban de gritar y preguntar más cosas. ¿Cómo no van a ser conocidos mis amigos si llaman la atención con sus gritos?

Escuché que alguien aclaraba su garganta, los ojos de mis amigos se pegaron a mi espalda, volteé encontrándome con el mismo chico de esta mañana, una mueca de asco apareció en mi rostro.

-Creo que no tuvimos una buena presentación, soy Ethan- dijo sonriendo dejando ver sus perfectos dientes

-Ah. Ámbar- hablé sin estusiasmo alguno- necesitas algo?- rasco su nuca e hizo una mueca de incomodidad

-No, yo solo quería presentarme.- enseguida recupero su postura y sonrió- Si quieres algo, búscame- guiño su ojo y desapareció por los pasillos.

-Qué fue eso?- Lily seguía con los ojos como platos

-Ethan queriendo ligar con Ámbar, es obvio- Aidan parecía conocerlo por su tono, ignore su comentario

-Lo conoces?

-Todo el mundo lo conoce, es el chico que todas quieren tener en la cama. Incluso yo mismo lo quiero- solté una carcajada ante su declaración

-Seguro es un idiota que se cree mejor que todos- hice una mueca

-Un idiota sexi- hablaron al unísono mis amigos. Al percatarse de eso otra carcajada se escucho. A este paso nos echarían de la cafetería.

Es lindo, hay que admitirlo. Sus ojos verdes llaman demasiado la atención, su     cuerpo está bastante definido por lo que parece, su cabello negro alborotado lo hace lucir rebelde.
Pero parece el típico chico egocéntrico que creé tener a todos bajo sus pies, debe estar acostumbrado a tener todo lo que quiera. Un idiota en pocas palabras.

...
Arroje mi bolso sobre el sofá, busque mi ropa de trabajo que consistía en un short (que para mi gusto era demasiado esivicionista) y una remera con el logo de la cafetería. Tome una ducha rápida,me cambié, me maquille y salí rumbo al lugar de trabajo.

Esta era mi rutina, ir a la universidad, luego a la cafetería. trabajo allí desde que decidí mudarme y necesitaba dinero, la paga no es mucho pero cumbre mis gastos y a final de mes queda un poco para darme un gustito.
En los ratos libres me ocupo de adelantar los trabajos de mi materia, ordenar el departamento y hacer las compras.

Pensaran que soy una señora mayor atrapada en el cuerpo de una chica de 19años.

Pero así ha sido siempre mi vida, cuando no trabajaba me disponía a estudiar. Había días en los que salía a caminar o iba a la casa de mis amigos.
Pero nada más que eso.

No me gustan las fiestas, o las discotecas. No me parece divertido lo que a la gente de mi edad le encanta.

Soy más de la clase de chica que prefiere leer, escuchar música, o simplemente estudiar. Mi carrera es demasiado importante. Tengo mi futuro planeado y no quiero desviarme de mi camino.

Aidan dice que tengo que salir más, ir a fiestas.
Cosa que me rehusó.

El cartel luminoso con el nombre Coffee, confirma que mi horario laboral ah comenzado.
Estaciono el auto y bajo con mi mejor sonrisa.

Learning to loveDonde viven las historias. Descúbrelo ahora