Capítulo 3

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Si fueran otras circunstancias, me hubiera reído de la cara de desentendido que tenía el idiota cuando le di una cachetada.

-Tranquila fiera. ¿Esta es tu manera de decirme que quieres repetir lo de anoche?- la mesa se llenó de risas y un chico de ojos azules choco los puños con Ethan

-¿Lo de anoche? ¿Te refieres a llevarme a mi casa porque casi me rogaste que aceptara? ¿O a dejarte como un idiota en el auto?- su cara paso de tener una sonrisa a una de piedra.

-Nos referimos al sexo que tuvieron preciosa.- dijo el chico de ojos azules. Una risa falsa salió de mi boca

-Oh vamos Ethan, ¿En serio les has dicho eso? ¿Tantas ganas me tienes?- me gustaba lo segura que estaba sonando.

-Ya regreso- Ethan pareció caer en la cuenta que no ganaría y lo estaba haciendo pasar vergüenza. Se levantó de  su lugar con todos los ojos puesto en el y tomo mi brazo arrastrándome fuera de la cafetería

-Sueltame idiota, estás lastimandome- me ignoro adentrándose en un salón vacío

-¿Qué mierda te pasa Ámbar? ¿Quien te crees que eres para hablarme así delante de mis amigos?- soltó mi brazo bruscamente haciendo que este caiga a mi costado

-¿Que me pasa a mi?- solté una risa mirándolo fijo a los ojos- Tu eres el idiota que anda diciendo que me acosté contigo. ¿Acaso se te aflojo un tornillo? Con gusto te lo ajusto de un golpe- sus fosas nasales se abrían y cerraban rápido, señal de que estaba enojado. Que irónico, yo tendría que estarlo.

Sus pies se movieron con rapidez al igual que sus manos, mi cuerpo estaba contra la pared con sus manos apretando demasiado mis muñecas

-Mira niñata, no eres nadie para hablarme de esa manera. Oíste, nadie. No quiero que vuelvas a faltarme el respeto de esa manera y menos delante de todos- escupió con irá. Me solté de golpe haciendo que quedara confundido.

-Escúchame tu idiota sin cerebro- mi dedo golpeó su pecho- Me tratas así de nuevo y te dejo estéril. No vuelvas hablar de mí, no me importa si es para algo bueno o malo. ¿Quedo claro?- No respondido- Tomaré eso como un si- lo esquivé y fui en busca de mis amigos.

Sabía que era un idiota, no debí dejar que se me acercara siquiera. Me parecía extraño ya que gente como el se acercara ayudarme sin querer algo, ahora veo que es lo que quería.
Humillarme.

Recorri el establecimiento por completo dos veces y no encontré a Aidan ni a Lyli junto a Tania, el día estaba gris y amenazaba con una fuerte lluvia.

Ya era tarde y mi turno comenzaba dentro de una hora y media, busque en el estacionamiento mi auto y fui directo al departamento. Luego llamaría a mis amigos.

...
-¿El negro o el azul? ¿O es demasiado informal? ¿Uso camisa y corbata? ¿Mi colonia es muy fuerte? ¡Oh no, tengo ojeras bajo mis ojos! ¡no puedo ir con ojeras, soy un desastre! Javier pensara que soy un horrib...-

-¡¿Puedes callarte de una vez?! ¡Ponte el pantalón negro junto una de las camisas que dejaste sobre mi cama, sin corbata. Y tú colonia esta perfecta al igual que tu!  ¡Ahora deja de ser una nena desesperada y ve a cambiarte que tú chico vendrá dentro de 20 minutos!- los ojos de Aidan se abrieron como platos ante mi tono, le dedique una sonrisa y fue a cambiarse.

Hoy era la cita con Javier y lo he tenido desde que llegué de trabajar como un loco decidiendo que ponerse. Entiendo que este nervioso pero mi paciencia se terminó cuando cambio por cuarta vez su pantalón.

Aidan salió del baño con una mueca de inseguridad.

-¿Me veo bien?- dio una vuelta para que pueda ver su atuendo

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